“Los resultados han sido muy buenos”

 

¿Cuál es su visión de la economía durante el último año?

La visión sobre la economía global es positiva. A nivel europeo, americano y en países emergentes estamos en cifras de crecimiento realmente sólidas y consistentes. Quizás el único “pero” puede ser que estamos en un escenario de excesiva liquidez y de escasa volatilidad; son los dos riesgos a los que podemos tener que hacer frente en los próximos meses. Pero, en principio, la situación es más que favorable.

En ese contexto, ¿cómo ha sido la evolución del sector energético?

Después de un par de años en los que hemos estado “sufriendo” por el precio del crudo, nos situamos en una banda en la que realmente se ha retomado la normalidad. Un barril en torno a los 60-70 dólares permite a las compañías una generación de caja positiva. Podemos decir que estamos bastante mejor, global e individualmente, que hace un par de años.

¿Qué destacaría de la actividad y la política financiera de Repsol en 2017? ¿Cómo valora los resultados obtenidos en el último ejercicio?

El año 2017 ha sido la culminación de varios de los objetivos que teníamos marcados en el Plan Estratégico 2016-2020. Por un lado, los factores de eficiencia y mejora de márgenes han sido críticos para conseguir la evolución que ha tenido la compañía durante el año y nos ha permitido cerrar el ejercicio con una deuda de 6.267 millones de euros, cuando estamos generando un EBITDA a CCS de 6.450 millones de euros (resultado de operaciones continuadas a coste de reposición). Es decir, un ratio deuda/EBITDA a CCS de 0,95, que es más que confortable. Por lo tanto, diría que los negocios han tenido un comportamiento fantástico durante el año y, como consecuencia de ello, la situación global de Repsol es mucho mejor que el año anterior.

¿Cuál es su balance del cumplimiento del Plan Estratégico 2016-2020?

En estos dos últimos años nos hemos anticipado al cumplimiento de los objetivos marcados en el Plan Estratégico 2016-2020, respecto a las estimaciones que hicimos en el mes de octubre de 2015, fecha en que se presentó esta hoja de ruta.

Los factores de eficiencia y mejora de márgenes nos han permitido cerrar el ejercicio con un ratio de 0,95 de deuda/ EBITDA a CCS más que confortable

Objetivos que estaban planteados para plazos mucho mayores, los hemos conseguido en un plazo menor. Por ello, presentaremos al mercado un nuevo Plan Estratégico, con nuevos objetivos y nuevos retos para los próximos años.

¿Nos podría adelantar algo sobre las líneas estratégicas principales de ese nuevo Plan Estratégico?

Estamos en proceso de construcción de ese Plan Estratégico y, como líneas principales, en nuestros negocios tradicionales de Upstream y Downstream el impacto fundamental será seguir trabajando con foco en la eficiencia; también la digitalización se va a incorporar claramente a este Plan. Habrá movimientos en el portfolio en Upstream y crecimiento en algunas áreas en Downstream.

¿Cuál es la estrategia financiera y de gestión de riesgos llevada a cabo por la compañía? ¿Cómo han evolucionado la deuda y la liquidez, y qué niveles se consideran aceptables?

Nosotros creemos que la zona de confort para mantener el rating actual, que es triple B (BBB con perspectiva estable), está en el entorno de deuda similar a EBITDA. Es decir, un ratio de 1, y ya estamos mejor que eso. Con lo cual, diría que la evolución ha sido extraordinaria en los últimos dos-tres años y que estamos en la situación adecuada que esperamos mantener en el futuro. Hace dos años, en febrero de 2016, no había mucha gente que apostara por que íbamos a obtener los resultados que finalmente hemos conseguido, que han sido extraordinarios tanto en 2016 como en 2017.

Esa calificación crediticia o rating de Repsol ha mejorado en los últimos meses. ¿Por qué esta mejora? ¿Cuáles son los compromisos al respecto?

El objetivo es mantenernos en ese nivel de rating triple B (BBB con perspectiva estable). ¿Por qué se ha conseguido esto? Creo que hay varios factores. El primero ha sido el esfuerzo global de la compañía en todos los temas vinculados a eficiencia; el segundo ha sido indudablemente el precio del barril, que hace dos años se situaba en 30 dólares frente a los 55 dólares/barril de promedio en 2017 y que hoy supera los 60 dólares/barril. Estos dos factores nos han permitido reducir la deuda de unos 12.000 millones de euros a unos 6.000 millones de euros en dos años, algo que ha sido todo un reto y un éxito.

El reto para el futuro es mantener esa transformado Repsol en este cuarto de siglo. fortaleza que tenemos en el ciclo bajo y saber capturar todavía más ese valor cuando el viento sopla de cola

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Mucho se ha hablado en los últimos meses de un cambio en la política de dividendos... ¿Nos puede adelantar algo al respecto?

Más que hablar de dividendos, hay que hacerlo de retribución al accionista. Porque esta retribución viene por diversos caminos, no solo por el dividendo. Como novedad, se ha planteado un programa de recompra de parte de las acciones que hemos ido emitiendo estos años. Por supuesto, la decisión sobre el dividendo corresponde al Consejo de Administración y será el que finalmente decida sobre esta propuesta.

Usted también es responsable del Área de Relación con Inversores. ¿Cuál es la misión de esta área en Repsol?

La misión del Área de Relación con Inversores es la comunicación de la compañía con todos nuestros accionistas, desde los más grandes hasta los más pequeños. El área está bien estructurada, creo que estamos haciendo un muy buen trabajo y con resultados muy positivos. De hecho, en los últimos cinco o seis años hay un reconocimiento público a este equipo en encuestas tan relevantes como Extel o Institutional Investor, que han colocado siempre a la compañía como número uno en su sector, dentro de más de 50 o 60 compañías energéticas europeas.

Los inversores ESG son un colectivo cada vez más importante para la compañía. ¿Por qué?

En principio es interesante porque el número de inversores que podemos incluir dentro de este grupo de inversores socialmente responsables se va incrementando en todo el mundo y esta tendencia es creciente. Por lo tanto, sería absurdo que no nos enfocáramos en ellos, no viéramos qué buscan de las compañías o que no nos adaptáramos a estos cambios.

Repsol ha sido premiada por la emisión del Bono Verde. ¿Cómo surgió esta iniciativa?

El mercado de capitales estaba dedicando fondos sustanciales a emisiones verdes y nosotros realizamos gran cantidad de actividades y de inversiones precisamente encaminadas a reducir las emisiones de CO2, por tanto a la eficiencia energética. El planteamiento fue: ¿por qué dejar que las utilities y otros sectores copen todo ese mercado de capitales que debería estar disponible para todos aquellos que tenemos proyectos verdes? Al principio, y todavía ahora, esta iniciativa provocó cierto “ruido”, porque se trata de una iniciativa novedosa en nuestro sector, pero es parte de la responsabilidad del equipo financiero el haber innovado siendo la primera petrolera del mundo que emite bonos verdes.

La sostenibilidad se ha situado en el centro de la estrategia de Repsol. ¿Es compatible con la rentabilidad?

Sí, por supuesto. Si una compañía no es rentable, no será sostenible. Al final son dos pedales de la misma bicicleta: si no hay rentabilidad, no habrá sostenibilidad, y sin sostenibilidad, desde luego, no habrá rentabilidad. Lo que tenemos que hacer y saber es cómo combinar estos dos ejes u objetivos de cara al futuro.

trayectoria PROFESIONAL

  • Miguel Martínez es Ingeniero industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid y especialista en sistemas de información financiera. Su formación como gestor se completa con el Programa de Alta Dirección de Empresas (PADE) del IESE Business School de Madrid y el MCR del International Institute for Management Development (IMD) de Lausanne.
  • Antes de su incorporación a Repsol, fue Auditor Gerente de Arthur Andersen y Director Económico Financiero de empresas como Elosúa y Page Ibérica.
  • Se incorporó a Repsol en 1993 como Director Económico Financiero de Repsol Petróleo y Repsol Comercial. En los años siguientes desempeñó diversos cargos de responsabilidad en la compañía, como Presidente de Campsared, Director General de la Red de Estaciones de Servicio en Europa y Director de Planificación y Desarrollo Corporativo de Gestión.
  • En 2007 fue nombrado Director General de Operaciones y, cuatro años más tarde, Director General Económico Financiero y de Desarrollo Corporativo, y miembro del Comité Ejecutivo Corporativo de Repsol.
  • Sus funciones consisten en optimizar el desarrollo corporativo y la estructura económico-financiera de la compañía, asegurando un adecuado soporte al Comité de Dirección a la hora de tomar decisiones. Entre sus prioridades también figura la atención a analistas financieros e inversores.

 Recientemente se ha anunciado el acuerdo con Kia para poner en marcha WiBLE. ¿Cómo valora el papel de Repsol en las nuevas formas de movilidad del transporte?

La movilidad es realmente nuestro negocio y tenemos que estar en todos y cada uno de los movimientos que detectemos en ese sector. Con lo cual aplaudo la decisión que tomó el equipo de Marketing, porque tenemos que tener los ojos y los oídos en todos y cada una de las transformaciones en nuestro negocio base; no podemos no estar en todo lo que se “mueva” en este sector. Creo que ha sido un acierto.

Repsol en Acción cumple cinco años en 2018. ¿Cómo valora la política de relación con los accionistas minoritarios y, en particular, el Comité Consultivo que usted preside?

Creo que ha sido una experiencia muy interesante y que hemos aprendido mucho. Para nosotros, como compañía, es muy positivo mantener un diálogo permanente con los accionistas. Gracias a ello hemos entendido mejor a este grupo de accionistas. En este sentido, la iniciativa del Comité Consultivo es muy enriquecedora, ya que nos permite escuchar sus opiniones y propuestas. Espero que para las personas que han formado y forman parte del Comité Consultivo sea una experiencia igual de gratificante que para nosotros.

En 2018 cumple 25 años desarrollando su carrera profesional en Repsol... ¿Cuál es su balance en la casa? ¿Es Repsol hoy muy diferente a la que se encontró en 1993?

25 años después tengo que decir que la compañía ha envejecido mucho mejor que yo (sonríe). Repsol es hoy más grande, más internacional, y las personas que se están incorporando tienen una preparación fantástica. Sin duda, ha sido un buen viaje, ha sido un viaje estupendo y es un orgullo para mí haber podido contribuir en la construcción de la compañía en que se ha El reto para el futuro es mantener esa transformado Repsol en este cuarto de siglo.

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Conmemoración del 25 aniversario de la salida a Bolsa de Repsol (Bolsa de Madrid, 2014).

¿Cuáles son las perspectivas de Repsol en 2018 y los años venideros?

Creo que Repsol tiene una capacidad de resistencia que no es común. Y eso está más vinculado a las personas y, en menor medida, a los activos. Hemos sufrido muchos “terremotos” y “maremotos”, pero esta compañía tiene un tándem personas-equipo que la hace realmente resistente. El reto para el futuro es mantener esa fortaleza que tenemos en el ciclo bajo y saber capturar todavía más ese valor cuando el viento sopla de cola.