Visita al espacio ‘I Vuelta al Mundo’ de la Fundación Nao Victoria de Sevilla

La visita al espacio ‘I Vuelta al Mundo’ de la Fundación Nao Victoria de Sevilla fascinó a los cincuenta invitados del programa Repsol en Acción que participaron en esta experiencia singular el pasado febrero. Guiados por un historiador y apoyados en numerosos recursos audiovisuales e interactivos de vanguardia, los visitantes descubrieron las claves de la primera vuelta al mundo marítima a través de su barco protagonista: la nao Victoria, capitaneada por el vasco Juan Sebastián Elcano, que llegó a Sevilla en 1522 tras una durísima travesía de más de tres años. Toda una hazaña a la que se rinde homenaje en este espacio cultural sevillano.

Un hito en la historia

De hecho, la expedición que partió de Sevilla el 10 de agosto de 1519, promovida por la Corona española, estaba formada por cinco embarcaciones y 245 tripulantes, con el militar y marino portugués Fernando de Magallanes al frente.Tenían el objetivo de abrir una nueva ruta hacia el oeste hasta las islas productoras de especias situadas en Indonesia y Filipinas. No obstante, a lo largo de la inédita aventura, buena parte de la tripulación perdió la vida –entre ellos, Magallanes– o bien probó fortuna en nuevas tierras. Finalmente, después de navegar 37.753 millas náuticas (cerca de 70.000 km) por tres océanos y otros tantos continentes, únicamente la nao Victoria regresó a su puerto de origen, con tan solo 18 hombres a bordo, y sin embargo, con las bodegas repletas de especias.

Una experiencia original

Durante el recorrido por la exposición, se pueden conocer los preparativos de la expedición, el extenso recorrido de la travesía, los peligros que enfrentó, y toda clase de vicisitudes y penurias vividas a bordo de una de las mayores aventuras marítimas de la historia. El hecho de que sea la voz de la nao Victoria la que vaya contando la heroica travesía dota a la visita de un plus de originalidad, desgranando las sensaciones Una travesía heroica La expedición que salió de Sevilla capitaneada por Fernando de Magallanes se conoció como ‘la Armada de la Especiería’, puesto que tenía como misión hacer acopio de especias asiáticas, las mercancías más preciadas en los mercados europeos de la época. La tripulación regresó muy mermada, aunque con un botín en forma de especias y el orgullo de haber logrado una gran hazaña: ser pionera en conocer la auténtica dimensión del planeta. y vivencias de los propios barcos y marinos protagonistas, para acercarnos a conocer su auténtica dimensión y el alcance de sus logros: nada menos que convertir océanos antes infranqueables en caminos entre continentes, culturas y civilizaciones.