Marcelo Castro-Rial, de cerca

Natural de Cee, un pueblo de A Coruña, este abogado especializado en derecho marítimo es polifacético, prudente y lleva en su ADN el gen empresarial. Marcelo Castro-Rial aporta al Comité Consultivo su conocimiento de Repsol desde vertientes muy diferentes: accionista, proveedor y cliente.

 

“Repsol es una de las compañías de referencia en el Ibex 35”, dice Marcelo Castro-Rial, consejero de otra entidad que también cotiza en el índice de referencia español. Ha desarrollado su carrera profesional mirando al mar, como destacado empresario en el negocio naviero y de transporte terrestre, y con una dilatada experiencia en la gestión y administración de organizaciones, tanto públicas como privadas.
Además, preside la Cámara de Comercio de A Coruña desde 2010.

Es una persona activa, prudente y con intereses que van mucho más allá de los negocios. De hecho, su satisfacción aflora cuando habla de su faceta social como presidente de la Fundación Castro-Rial desde hace más de 10 años. Su fundación administra un colegio con casi 500 niños y puso en marcha el Museo Marítimo de Corcubión.

“Tenemos que devolver a la sociedad una gran parte de lo que hemos recibido de ella”, asegura.
Aficionado al dibujo y al esquí, tiene otras dos pasiones: los mercados financieros y las biografías de mujeres famosas. “Ha habido grandes mujeres en la historia y cada día debemos seguir aprendiendo de ellas”.

“También me encantan los mercados financieros, una afición que he convertido casi en una profesión. En todo caso, siempre hay que tener los pies sobre la Tierra a la hora de invertir”.  

 

Marcelo Castro-RialMarcelo Castro-Rial

Abogado. Director General de Empresa de Transportes

PROVEEDOR:

“Repsol es una compañía exigente con sus proveedores,  lo cual dice mucho de su buena gestión. Exige unos requisitos de cumplimiento normativo muy altos, en línea con su compromiso con la sostenibilidad, ahora y en el futuro”.

ACCIONISTA:

“La inversión en Repsol es a largo plazo. Nunca he vendido una acción. No solo compro a la compañía, también le vendo y, con las rentabilidades que obtengo y porque conozco a Repsol, decido invertir en ella. La tradición como accionista continuará, porque también lo son mis hijos”.

COMITÉ CONSULTIVO:

“Presenté mi candidatura porque creo que el Comité Consultivo es una buena práctica extendida entre otras compañías europeas. Una idea magnífica y que puede ser muy útil para optimizar la comunicación bidireccional entre la compañía y los accionistas. Como toda reciente institución, necesita un rodaje. El trato con la alta dirección es estupendo y creo que son muy receptivos a las ideas que se plantean”.

FUNDACIÓN REPSOL:

“Probablemente, sea lo que más diferencia a Repsol como compañía; la obra social dice mucho de ella. Por ejemplo, las refinerías empiezan a ser mucho más entendidas dentro de las poblaciones donde se asientan gracias a los proyectos sociales y divulgación de la cultura a través de Fundación Repsol”.

REPSOL EN EL FUTURO:

“Quisiera ver una compañía sostenible en el tiempo. Tras la operación de Talisman, Repsol es una compañía con un enorme tamaño que espero siga incrementándose en el futuro, aunque manteniendo siempre el modelo integrado de compañía, con exploración, refino y venta final. Esta filosofía supone un valor para los inversores”.