Sentir la prehistoria en Atapuerca
Cerca de 80 accionistas se impregnaron de conocimientos sobre nuestros ancestros de hace más de 1,5 millones de años en este excepcional complejo arqueológico.
La visita a los yacimientos prehistóricos de la sierra de Atapuerca (Burgos) es una de las actividades propuestas por el programa ‘Repsol en Acción’ que mayor entusiasmo genera entre sus miembros.
Y es que conocer in situ uno de los complejos arqueológicos más importantes del mundo –de donde proceden el 90% de los fósiles humanos de más de 300.000 años encontrados en todo el planeta– resulta una experiencia incomparable.
Así lo percibió un grupo integrado por alrededor de 80 accionistas invitados por Repsol durante una completísima visita guiada a Atapuerca la mañana del pasado 23 de mayo. Los visitantes se reunieron en el CAYAC (Centro de Acceso a los Yacimientos) y, divididos en dos grupos, fueron conducidos en autobús hasta los yacimientos.
Un recorrido impresionante
Una vez allí, dos guías les condujeron a tres de las excavaciones más relevantes que se pueden visitar: la Sima del Elefante, la Galería y la Gran Dolina. Además, les explicaron el origen de los vestigios, cómo se encontraron, y la ubicación de los huesos de animales y humanos hallados.
A continuación, los accionistas se trasladaron al CAREX (Centro de Arqueología Experimental de Atapuerca), donde pudieron recrear cómo los ancestrales moradores del lugar lograban hacer fuego, cazar, pintar y fabricar sus chozas, armas y otros utensilios.La visita culminó con una comida tradicional de la zona en un restaurante de Ibeas de Juarros.
Gran éxito entre los asistentes
Los miembros de la Comunidad de Accionistas quedaron muy satisfechos con la visita. Entre ellos Carlos B., quien en una carta mostró su agradecimiento al equipo de Relación con Accionistas por “la magnífica organización y la amabilidad y deferencia en el trato”. Además, destacó “la visita al yacimiento, explicada con la pasión propia de los arqueólogos que están allí investigando, como la posterior olla podrida, de calidad inmejorable y en un ambiente distendido”.