“El consumidor de hoy es más responsable y exige un mayor compromiso en materia de sostenibilidad”

Entrevista a Fernando Ruiz, Director de Sostenibilidad de Repsol

Fernando Ruiz


En 2016 Repsol  puso en marcha su Estrategia de Economía Circular. ¿Qué balance hace de su desarrollo en estos años? 
El balance es muy positivo. Desde 2016, año en que nuestro CEO lanzó la Estrategia de Economía Circular, no hemos parado de crecer y evolucionar, difundiendo la economía circular entre nuestros negocios y apostando por nuevas tecnologías que nos permiten introducir materias primas diferentes y más sostenibles para hacer nuestros productos. Durante todo este tiempo hemos ido avanzando, colaborando con nuestros suministradores y clientes para dar respuesta a las necesidades del mercado, así como adaptándonos a las exigencias de la legislación en materia de sostenibilidad. 

En 2017 fuimos una de las primeras empresas en adherirnos al Pacto por la Economía Circular que lanzó el Gobierno de España y, el año siguiente, creamos un comité específico de economía circular con representación de los principales negocios de Repsol. En la actualidad, contamos con un Plan de Acción de Economía Circular 2019-2022. 

¿Cuáles son los principales retos de futuro para consolidar la economía circular como modelo de producción de la compañía?
Es un reto relevante, un importante desafío para el que nos preparamos día a día.En este momento, estamos introduciendo en nuestros procesos materias primas de origen residual que tienen que aprender a convivir con aquellas que hemos utilizado tradicionalmente. Esto exige usar nuevas tecnologías que conllevan un importante esfuerzo inversor y cuyo éxito no está garantizado. Para ello, es muy importante la colaboración entre los diferentes eslabones del proceso productivo: suministradores, clientes, tecnólogos, gestores de residuos, así como el apoyo de la administración. 

La administración debe crear los mecanismos y el marco normativo propicio para ayudar a impulsar la inversión de este tipo de proyectos. Para seguir avanzando en esta línea es imprescindible el apoyo de todos. 

¿Qué previsiones de crecimiento de este tipo de proyectos sostenibles tienen para el futuro? ¿Qué implicaría en cuanto a inversiones económicas y en personal?
En Repsol ya contamos con más de 200 proyectos de economía circular repartidos en las diferentes unidades de negocio y en los distintos países donde operamos, lo cual nos permite aplicar los principios de circularidad desde la producción hasta la comercialización de nuestros productos y servicios. En los próximos años seguiremos creciendo en materia de economía circular como palanca clave para alcanzar nuestro compromiso de cero emisiones netas en 2050. Muestra de este compromiso son los dos últimos proyectos circulares que hemos dado a conocer: uno de ellos es la construcción de una de las mayores plantas del mundo de producción de combustibles cero emisiones a partir de CO2 de hidrógeno verde, generado con energía renovable. Será una instalación de referencia en Europa por su avanzada tecnología y por el uso, como materia prima, del CO2 capturado en la refinería de Petronor.

El segundo proyecto es una planta de generación de gas a partir de residuos urbanos, que sustituirá parte del consumo de los combustibles tradicionales utilizados en el proceso de producción de Petronor. La apuesta de Repsol en este sentido es clara, con más de 80 millones de euros iniciales de inversión, dejando patente nuestro firme compromiso con la lucha contra el cambio climático y haciendo de la economía circular un elemento clave para ello.

La tecnología desempeña un rol fundamental como elemento viabilizador en la producción de nuestros productos de manera más sostenible 

¿De qué forma beneficia a sus clientes y a la sociedad en general esa apuesta de Repsol por la economía circular a la hora de producir energía y materias primas?
El consumidor de hoy es un consumidor más responsable, que exige un mayor compromiso en materia de sostenibilidad, no sólo en su proceso de compra, sino también favoreciendo a aquellas empresas que buscan maneras más sostenibles de hacer esos productos. 

Desde Repsol estamos poniendo en el mercado gamas de productos que ayudan a los consumidores a cumplir con sus expectativas. Por ejemplo, les proporcionamos energía con origen 100% renovable, servicios de carsharing como Wible, comunidades solares como Repsol Solmatch, combustibles con menos huella de carbono, materiales con contenido reciclado y envases 100% reciclables.

¿Qué papel desempeña Repsol Technology Lab en el desarrollo de las iniciativas de Economía Circular? 
La tecnología desempeña un rol fundamental como elemento viabilizador en la producción de nuestros productos de manera más sostenible. Su papel no sólo se centra en estudiar cómo utilizar materias primas alternativas, de carácter residual entre otras, sino también en garantizar la compatibilidad de esas materias primas en nuestros procesos productivos tradicionales manteniendo siempre los máximos estándares de calidad. Además, Repsol Technology Lab también se enfrenta al reto de producir nuestros productos utilizando criterios de ecodiseño, buscando aumentar su durabilidad así como la reciclabilidad de sus componentes una vez finalizada su vida útil. La tecnología es un elemento crucial que hace posible que la legislación y los objetivos comerciales se alineen.

¿Qué aportan las numerosas alianzas que Repsol ha establecido con otras compañías y entidades en materia de economía circular?
La colaboración entre actores es determinante. Todavía hay que avanzar por la parte de la oferta, garantizar un suministro de materias primas a largo plazo que posibilite la inversión en nuevas tecnologías y permita fabricar productos competitivos que satisfagan las necesidades de nuestros clientes. Para ello hay que asumir riesgos tecnológicos y financieros que sólo se pueden aproximar desde la colaboración y el compromiso de todos. Repsol cuenta con más de 180 aliados estratégicos junto a los cuales ha podido desarrollar muchos de los proyectos circulares implementados a día de hoy. La transición hacia nuevos modelos de producción y consumo cada vez más circulares requiere de colaboración. 

¿Cómo va a ayudar la EC a Repsol a alcanzar su objetivo de ser cero emisiones netas en 2050?
La economía circular es una palanca clave para impulsar el uso eficiente de los recursos en la lucha contra el cambio climático y en nuestro compromiso de ser cero emisiones netas en 2050. Con esta ambición, Repsol duplicará la producción de biocombustibles de alta calidad procedentes de aceites vegetales (HVO), hasta las 600.000 toneladas al año en 2030, de los que la mitad se producirán antes de 2025 a partir de residuos. Asimismo, trabajará por la ambición de alcanzar que un 20% del total de poliolefinas sean producidas con contenido reciclado para el año 2030. Además, integrará energías renovables en sus operaciones mediante la producción de hidrógeno verde y el uso de electricidad de origen renovable para sus procesos industriales. Repsol apuesta por una estrategia integral que posibilitará la transición energética hacia modelos más circulares, sostenibles, con el propósito de llegar a ser cero emisiones netas en 2050.

Estrategia de Sostenibilidad: Cinco claves del Plan de Acción sobre Economía Circular de Repsol

  1. Promover el ecodiseño de nuevos productos para aumentar su funcionalidad de cara a añadir o reemplazar sus componentes, durabilidad y reciclabilidad, tratando de prolongar la vida útil de los productos comercializados y prestando especial atención a la reducción del consumo de recursos y de la generación de residuos.
  2. Evaluar el potencial de nuevas materias primas de origen renovable, bio y/o reciclado en los procesos de producción, para intentar reducir (y sustituir) las materias primas vírgenes actuales. Algunas iniciativas están investigando el uso de CO2 como materia prima, por ejemplo.
  3. Alcanzar la excelencia en la gestión del agua durante todo su ciclo de vida: reducir el uso de agua fresca, buscar fuentes alternativas con origen reciclado, aumentar la recirculación interna de agua, garantizar la eficiencia de su uso dentro de todo el proceso, así como minimizar la descarga de aguas residuales y cargas contaminantes. 
  4. Mejorar la gestión de residuos transformando los desechos en materias primas y/o subproductos para reintroducirlos en nuestros procesos. Así se evita que tengan que ir a vertedero.
  5. Incentivar la reutilización buscando una segunda vida para aquellos activos que ya no cumplen con los estrictos estándares de Repsol pero que aún se encuentran en perfectas condiciones de funcionamiento y pueden ser útiles para terceros.