El impacto de aunar sostenibilidad e inclusión
Con el objetivo de promover la inversión y el desarrollo de empresas enfocadas en transición energética e inclusión de colectivos vulnerables de España y Portugal, Fundación Repsol creó hace poco más de un año la sociedad Repsol Impacto Social. “Ha sido un año de intenso trabajo y también de gran satisfacción. La inversión de impacto es un sector relativamente nuevo en España, y nuestro objetivo es seguir trabajando para impulsarlo mediante la creación de una red de empresas participadas que trabajen por una transición energética sostenible y que a la vez promuevan el desarrollo y la inclusión social”, explica Luis Casado, director de Repsol Impacto Social.
En este período, la compañía ha entrado en el accionariado de cuatro empresas de distintos sectores: Koiki (reparto sostenible), Sylvestris (reforestación), GNE Finance (rehabilitación para mejorar la eficiencia energética de viviendas urbanas) y SAEMA (recuperación y reciclaje de envases plásticos). Como recalca Luis Casado, todas ellas “están generando un triple impacto: económico, medioambiental y también social, ya que emplean o benefician a personas en situación de vulnerabilidad”.Asimismo, Casado detalla que “apostamos especialmente por aquellas empresas focalizadas en reducción de emisiones, movilidad sostenible, economía circular, eficiencia energética y productos y servicios ECO. Con las inversiones realizadas estamos trabajando en los cuatro primeros sectores y actualmente estamos valorando nuevas oportunidades de inversión en el ámbito de los productos y servicios ECO, pero también vamos a seguir ampliando nuestra red de participadas en el resto de ámbitos”.
Más que apoyo económico
Repsol Impacto Social dispone de una dotación de hasta 50 millones de euros destinados a la inversión y el desarrollo de empresas sociales enfocadas en contribuir al reto global de la transición energética. Al mismo tiempo, éstas deben generar oportunidades laborales para personas con discapacidad, jóvenes en riesgo de exclusión, mujeres víctimas de la violencia de género, drogodependientes en tratamiento o refugiados, entre otros colectivos.
Pero el apoyo no se limita a la financiación. Para Casado, “el objetivo es impulsar su crecimiento para maximizar su impacto, por lo que, además de la inversión económica, ponemos a su disposición el conocimiento de Repsol y su Fundación, así como nuestra red de contactos y experiencia, para facilitar nuevas alianzas”.
En este sentido, Repsol Impacto Social ha formalizado un acuerdo estratégico con Ilunion, la marca de las empresas del Grupo Social ONCE, “un referente en la creación de empleo de calidad para personas con discapacidad en el mundo”, según Casado. Además, esta iniciativa cuenta con el apoyo de dos entidades expertas en la economía de impacto, como Ship2B y Open Value Foundation, que, como valora Casado, “nos han ayudado a hacer camino y a posicionarnos en el sector”. Por tanto, las empresas participadas de Repsol Impacto Social reciben financiación, asesoramiento y alianzas estratégicas.
Primeros proyectos
La primera de las participadas de Repsol Impacto Social (adquirió el 25,4%) es Koiki, un operador de transporte con una red de microcentros urbanos para la distribución de paquetería sostenible de última milla y servicios de entrega door to door, que genera empleo para un centenar de personas de colectivos vulnerables. Actualmente hay 38 centros Koiki en España, y se está trabajando con nuevos socios y entidades sociales para seguir ampliando la red.
La sociedad también ha entrado en el capital de Sylvestris, con un 21,39%. Se trata de una empresa dedicada a siembras, reforestaciones y jardines singulares como herramientas para la absorción de emisiones de CO2 de la atmósfera. En 2020 está gestionando un programa de reforestación de más de 500 hectáreas en España, lo que supondrá una absorción de 120.000 toneladas de CO2 y oportunidades de empleo para cerca de 200 personas de colectivos vulnerables en el entorno rural.
Compromiso y sostenibilidad
En el ámbito de la eficiencia energética, Repsol Impacto Social ha invertido en GNE Finance, una compañía que proporciona financiación asequible con asistencia técnica personalizada para la reforma de viviendas y edificios, enfocada en la mejora de la sostenibilidad. GNE Finance trabaja actualmente en dos programas piloto de rehabilitación de viviendas en Olot (Girona) con el Ayuntamiento de esta localidad, y en Euskadi de la mano del Gobierno Vasco y el Ente Vasco de la Energía, con el objetivo de rehabilitar más de 800 viviendas en el próximo año. En 2025 prevén llegar a más de 25.000 préstamos concedidos, que permitirán un ahorro de más de 12.000 toneladas de CO2 anuales, impulsando la creación de más de 5.000 empleos al año.
La operación más reciente –en línea con la apuesta de Repsol por la economía circular– ha sido la adquisición del 35,26% de SAEMA, un Centro Especial de Empleo en Cantabria –que pertenece a la Asociación AMICA–, dedicado a la recuperación y reciclaje de envases y a actividades ambientales. SAEMA emplea a 115 personas (un 78% con discapacidad) a las que se ofrece un itinerario de inserción laboral personalizado, y contribuye a la reducción de emisiones de CO2.
Una Cátedra de Impacto Social
Para ratificar su apuesta por la inversión de impacto, Fundación Repsol ha lanzado recientemente una Cátedra de Impacto Social, junto con la Universidad Pontificia de Comillas, la Open Value Foundation y Management Solutions.
El objetivo: promover la investigación y la innovación en el ámbito de la inversión de impacto, la filantropía empresarial y su medición. Además, la nueva cátedra proporcionará espacios de debate, formará profesionales especializados y creará un Laboratorio de Impacto Social, un think tank de conocimiento pionero en España que reunirá un grupo de expertos para reflexionar sobre el futuro de la inversión de impacto, la medición de su contribución y sus riesgos asociados.
Accede aquí para saber más detalles acerca de las inversiones y el desarrollo de los proyectos impulsados por Repsol Impacto Social.
