“Es un área estratégica rica en recursos y de gran consumo”
Desde el punto de vista económico, ¿qué importancia tiene el Sudeste Asiático?
Es un área de crecimiento económico muy importante y se prevé que lo siga siendo en el futuro. De hecho, el mundo se está moviendo cada vez más hacia el este y los indicadores económicos son bastante claros en este sentido. Toda esta región de Asia, tanto el Sudeste (Singapur, Indonesia, Malasia, Vietnam, Filipinas y Tailandia) como el Noreste (Corea y Japón, principalmente), es una zona de alto crecimiento, con unas tasas anuales que rondan el 4%-5% y que alcanzan el 7%-8% en los periodos de mayor impulso económico.
¿Cuál es su relevancia desde el punto de vista energético?
Desde el punto de vista energético, es un área rica en recursos, sobre todo gas, pero también de gran consumo. Son países con una gran densidad de población, lo que se traduce en altas tasas de consumo de energía. Por ejemplo, Indonesia tiene más de 260 millones de habitantes, Vietnam más de 90 millones y Tailandia casi 70 millones. Todo ello la convierte en un área clave de producción y consumo para una industria como la nuestra.
El Sudeste Asiático es una región estratégicasclaves para Repsol en Exploración y Producción, junto con Norteamérica y Latinoamérica
¿Cuál ha sido la evolución de Repsol en el Sudeste Asiático?
El área de Trading de Repsol (comercio internacional de crudo y sus derivados) está presente en Singapur desde hace más de 15 años. Pero como compañía, a nivel de Exploración y Producción, era necesario consolidar nuestra presencia en un área tan relevante del mundo y donde solo participábamos en unos bloques de exploración de hidrocarburos en Papúa Indonesia. La adquisición de Talisman Energy en 2015 nos permitió aumentar notablemente nuestra presencia en la región y convertir el Sudeste Asiático en una de las tres regiones estratégicas claves para Repsol en Exploración y Producción, junto con Norteamérica y Latinoamérica.
¿Qué la convierte en un área estratégica?
Es un área estratégica desde el punto de vista geográfico y de play (conjunto de áreas prospectivas potenciales de geología similar). En primer término, nuestros activos actuales en la región nos permiten tener una operación y una producción importante, de unos 90.000 barriles equivalentes netos de petróleo al día para la compañía, en una zona del mundo de alto consumo, como comentábamos, y con gobiernos estables. También es estratégica a nivel de play, con una explotación mayoritaria de campos off shore (en el mar) en aguas someras de menos de 150 metros de profundidad. En cuanto a la producción, prácticamente el 77% es gas y el restante 23%, crudo.
¿Cómo se estructura el negocio en Asia-Pacífico de Repsol?
Nuestra sede en Singapur se divide en dos áreas de negocio: Trading, con 15 personas; y la de Exploración y Producción, que dirijo y que tiene 25 personas en nuestras oficinas, encargadas de coordinar los proyectos y las operaciones situadas principalmente en tres localizaciones: Indonesia, Malasia y Vietnam. En estos países tenemos proyectos operados y no operados en colaboración con las compañías nacionales. Además, la región incluye el negocio de Rusia.
Personas trabajando en gasoductos de las instalaciones de Siberia (Rusia).
¿Cuáles son los principales activos en el Sudeste Asiático?
En Malasia tenemos dos proyectos de desarrollo operados por Repsol, llamados Bunga Pakma y Kinabalu. Estos desarrollos forman parte de dos activos, PM3 CAA y Kinabalu, donde trabajan alrededor de 800 personas. En Vietnam, la Unidad de Negocio tiene unas 120 personas, que están asignadas al proyecto de desarrollo Red Emperor y al seguimiento de la joint venture TLJOC con PetroVietnam. En Indonesia, por el momento, participamos en dos importantes activos de producción (no operados), Corridor y Jambi Merang. La actividad de exploración en Indonesia es importante en los bloques de East Jabung y Sakakemang, que están localizados en la core area de Central Sumatra, cerca de Corridor y Jambi Merang.
¿Cuáles son los retos de futuro del negocio que dirige?
Aún estamos en la etapa de consolidación del negocio tras la integración de los activos de Talisman Energy. Estamos satisfechos con el trabajo realizado: hemos conseguido concretar los proyectos sin incidentes, en tiempo y coste, y con muy buenos resultados. En el futuro, tenemos que terminar de consolidar esa producción eficiente desde el punto de vista económico y crear nuevas oportunidades a través de la exploración. Además, estamos atentos a las oportunidades de crecimiento inorgánico que se puedan presentar a través de la compra de activos en los países de la región.
¿Cómo es el equipo de personas de Repsol que trabaja en Asia?
Es un equipo muy enriquecedor, competente y profesional. Somos cerca de 1.100 personas en la zona, entre las unidades de negocio en oficina y en los campos, un 9% expatriado y el resto local. Es un equipo multicultural de 26 nacionalidades, teniendo en cuenta además que cada país de la zona tiene sus propias costumbres y su cultura, como los vietnamitas, los malayos, los indonesios, los australianos, los papuanos de Nueva Guinea y los rusos. Hemos vivido un momento de transición e integración sin incidentes en estos dos años, del que estamos muy satisfechos con el resultado.
¿Cuáles son los principales retos culturales?
Es una zona del mundo muy interesante y enriquecedora, sobre todo si has tenido experiencias en otras partes. En mi caso, he vivido en distintos países de Sudamérica, del norte y del oeste de África y hay bastantes analogías en el manejo del negocio con estas zonas. Es necesario calibrar la ecuación tiempo/resultados en ese aspecto. Además, hay ciertos criterios orientales que se manifiestan en la forma de hacer las cosas, que son muy interesantes y que hay que respetar. Es una región donde se trabaja bien, las decisiones se cumplen y son muy consistentes en el tiempo desde el punto de vista legal.
¿La industria energética está desarrollada?
Sí, se trata de una industria muy competente y con larga tradición. Por ejemplo, Indonesia ha sido el primer país en el mundo en formalizar el contrato PSC (Production Sharing Agreement), que fue un ejemplo a final de los años sesenta. Es una zona donde la cultura de la industria del oil & gas está muy bien desarrollada y lleva más de 120 años, dependiendo del país. Por lo tanto, encuentras gente competente y bien formada. Eso es, sin duda, un valor añadido.
Plataforma Kinabalu en Malasia.
¿Repsol es una marca conocida en Asia?
Repsol es una marca reconocida sobre todo en el mundo de la competición, con el binomio Repsol Honda de MotoGP, y por nuestros lubricantes, principalmente en Indonesia, Vietnam y Malasia. En el ámbito de Exploración y Producción, Refino o Trading, nos conocen como marca y como empresa del sector por nuestras actividades y colaboraciones con las compañías nacionales y privadas en el mundo.
¿Qué significa para usted estar al frente de este negocio?
Está siendo un proceso muy motivador. Llegué para ayudar en esa fase de transición y ha sido un reto catalizar todo en una única compañía y, obviamente, aún nos queda trabajo por hacer de consolidación del negocio. Había vivido procesos similares, como en los activos de Trinidad y Tobago, pero nunca de esta magnitud en cuanto a multiculturalidad y variedad de países. El desafío es muy interesante y estoy contento con todo lo que estamos consiguiendo y lo que queda por conseguir.
¿Es difícil la integración de los expatriados?
No, en cualquier país del Sudeste Asiático la integración es bastante rápida. La gente local es muy abierta y amigable. Existe una barrera con los idiomas locales, pero la mayoría de las personas hablan inglés, sobre todo en Indonesia y Malasia.
Ha sido un reto catalizar todo en una única compañía, estamos muy satisfechos con el resultado y seguimos trabajando para consolidar nuestro negocio en el Sudeste Asiático
Después de casi 20 años en Repsol, ¿cómo ha sido su carrera en la compañía?
Estaba trabajando para la compañía Elf Aquitaine en Angola, con mi familia, cuando entré en Repsol Exploración en 1998. Por entonces, estábamos en el Paseo de la Castellana de Madrid y era una empresa pequeña, de apenas 200 personas en Exploración y Producción. Después de dos años en Madrid, estuve trabajando diez años expatriado en Libia, Venezuela y Trinidad y Tobago. Después, volví cinco años a Madrid y en 2015 me trasladé aquí. La verdad es que han sido grandes experiencias y ha sido muy motivador el crecimiento de Repsol en estos 20 años.
Por último, ¿nos podría resumir la evolución del negocio en Rusia, también bajo su Dirección?
Repsol tiene presencia en Rusia desde hace doce años, con la apertura de la oficina en Moscú en busca de oportunidades de negocio para entrar en una región interesante y donde llegar a entender los entresijos del país y del sector no es sencillo. Tras cinco años analizando oportunidades de negocio y socios locales, en 2010 formamos una sociedad conjunta (AR Oil and Gaz BV “AROG”) con la compañía Alliance (que en 2014 vendió sus activos de E&P a la compañía NNK), para la producción y exploración de activos. Los contratos en Rusia están resultando muy ventajosos a estos precios bajos de crudo y están proporcionando un free cash flow constante a la compañía. Por otro lado, tenemos otra línea de negocio abierta en la cuenca de West Siberia, donde Repsol es socia de GazpromNeft, afiliada de Gazprom, en Eurotek-Yugra. En este caso, tras la fase de exploración exitosa, firmamos un acuerdo con Gazprom Neft este año y estamos en medio de una fase de dos años de trabajo en común para tomar una decisión acerca del posible desarrollo y producción del campo.
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