El valor de ser una compañía integrada

Mucho se ha hablado en el último tiempo, dado el mejor comportamiento de Repsol frente a sus competidores en ciclo bajista del crudo, sobre la estabilidad y la fortaleza que implica ser una compañía integrada. Pero, ¿qué significa y qué ventajas nos brinda este modelo de negocio?

 

Repsol se está comportando, en términos relativos, mejor que la competencia en el actual escenario bajista del ciclo del precio del crudo. Esta realidad ha traído a la palestra las bondades de un modelo de negocio al que nuestra compañía siempre se ha mantenido fiel a lo largo del tiempo, a pesar de las dudas en el 05 gráfico Página 2sector sobre el mismo cuando los precios del crudo estaban altos: el modelo integrado. Pero, ¿qué significa ser una compañía integrada del sector oil&gas?

Upstream y Downstream

Si analizamos la actividad de nuestro sector, vemos que tiene cuatro grandes fases. La primera es la Exploración en busca de hidrocarburos, donde se evalúa su existencia o no, así como su calidad y cantidad, para poder decidir si es rentable explotar ese yacimiento con la tecnología disponible en ese momento o no. La segunda fase, de Producción, consiste en extraer el petróleo del yacimiento; aquí también entran en juego variables como la tecnología y los costes fijos para evaluar la rentabilidad, ya que no es lo mismo producir petróleo y gas en un desierto llano que, por ejemplo, a 2.000 metros bajo el nivel del mar.

El petróleo extraído es transportado (mediante oleoductos, buques petroleros, etc.) hasta las refinerías, donde es convertido en gasolina, gasóleo, queroseno, resinas, distintos productos químicos, etc. A esta tercera fase se le llama Refino. Por último, el Marketing es la red a través de la cual se venden los productos (gasolinas, gasóleos, queroseno, etc.) producidos en las refinerías. Es decir, las gasolineras, puntos de venta de combustible para aviones y barcos en aeropuertos y puertos, etc.

Las dos primeras fases, Exploración y Producción, están muy interrelacionadas y se las engloba en lo que llamamos Upstream. Lo mismo sucede con las dos siguientes, Refino y Marketing, que juntas se denominan Downstream.

En nuestros genes

Se dice que una compañía de petróleo y gas es integrada cuando participa en toda la cadena de valor de hidrocarburos, desde la exploración en busca de recursos y su producción, hasta el refino y comercialización en los puntos de venta finales, como las estaciones de servicio.

En realidad, “Repsol lleva en sus genes ser una compañía integrada”, nos recuerda Alejandro Oliva, Director de Estrategia. Porque, aunque en España nuestra marca es muy reconocida por su actividad de Downstream (gracias a sus cinco complejos industriales y a su extensa red de estaciones de servicio), nuestro negocio de Exploración y Producción ha sido siempre muy activo por todo el mundo. De hecho, en los últimos años el Upstream ha sido nuestro motor de crecimiento y nos ha llevado a ser una compañía reconocida internacionalmente como uno de los referentes en exploración del sector. Más de 40 descubrimientos desde 2007, entre los que se incluyen ocho de los mayores hallazgos mundiales, constatan nuestro éxito.

Este modelo integrado, como nos cuentan a continuación nuestros compañeros de distintas áreas de Repsol, nos hace más competitivos a lo largo de los distintos ciclos del precio del petróleo, siendo aún más patente esa estabilidad en entornos de alta incertidumbre como el actual.

Este modelo integrado nos hace más competitivos en los distintos ciclos del precio del petróleo

 

Upstream, estabilidad y diversificación

Nuestros compañeros del Downstream nos tomaron el relevo en la generación de caja en el entorno actual de alta incertidumbre.

Fernando Ruiz Fernández
Director de Planificación y Gestión E&P

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Buque de exploración Rowan Renaissance.

En los años anteriores, con la escalada del precio del crudo, grandes compañías energéticas, como Conoco, Marathon y Murphy, tendieron a la desintegración y segregación de sus negocios de Upstream y Downstream; con el objetivo de capturar los beneficios que generaba entonces la exploración y producción de hidrocarburos, frente a los menores márgenes de refino.
¿Qué sucedió cuando, desde hace un año, se invirtió el ciclo y el precio del petróleo empezó a bajar? Estas compañías de Upstream se vieron fuertemente castigadas.

Por el contrario, Repsol mostró un mejor comportamiento que la competencia, ya que la estrategia de ser una compañía integrada aporta un valor fundamental para cualquier empresa: la estabilidad a lo largo de los distintos ciclos del precio del crudo. ¿Por qué? Porque, ante los escenarios adversos, los ciclos económicos y la generación de caja del Upstream y Downstream se complementan. Así, cuando el precio del petróleo baja, los costes de las refinerías disminuyen y baja el precio de los carburantes, a la vez que aumenta su consumo… Es decir, los resultados comerciales aumentan y atenúan los menores beneficios del Upstream.
En otras palabras, nuestros compañeros del Downstream, en este ciclo bajista del precio, nos tomaron el relevo en la generación de caja.

Diversificación geográfica y operativa

Pero, más allá de estos entornos de alta incertidumbre, muchas son las ventajas y sinergias entre nuestros negocios. Por ejemplo, sabéis que nuestro negocio conlleva grandes inversiones y, cuando acudimos a rondas licitatorias para obtener dominio minero donde explorar, los gobiernos u organismos reguladores valoran el tamaño de Repsol, esa estabilidad y solvencia de la matriz para afrontar proyectos de envergadura. Por no hablar de las sinergias comerciales, de recursos técnicos, de captura del talento y, por supuesto, de disminución y reparto de costes de los proyectos que engloban toda la cadena de valor.

Por si fuera poco, los riesgos de Repsol se atenúan también por su portafolio de activos diversificados geográficamente: nuestro Upstream es internacional, con presencia en más de 40 países, mientras que el mayor peso del negocio Downstream se sitúa en un entorno europeo muy estable, como es España. Y otro aspecto no menos importante: nuestra producción también está diversificada, dos tercios de lo que producimos es gas, por eso no se ve tan afectada por la caída de precios del crudo como una compañía que produce en su mayoría petróleo.

Diversificación: Nuestro negocio de Upstream es internacional, con presencia en más de 40 países, y dos tercios de nuestra producción es gas

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Downstream, capturando valor

Estar en toda la cadena nos permite tomar las decisiones que benefician a la compañía en su conjunto, y no solo a un negocio concreto.

Carlos Suárez Cubillo
Subdirector Optimización y Margen integrado

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Repsol cuenta con cinco refinerías en España y una en Perú.

Hay dos grandes pilares de ventajas asociadas a una compañía integrada. Por un lado, como os comentaba mi compañero de Upstream, la estabilidad y diversificación de riesgos de estar en diferentes negocios. En el caso de Downstream, también se aplica a las distintas áreas en las que estamos presentes: Refino, Química, Trading, GLP, Gas&Power, Marketing y Lubricantes y Especialidades; cada una con su comportamiento y sus ciclos de demanda, que se complementan.cuadro 2

Por otro lado, ser una empresa integrada ofrece importantes ventajas para obtener el mayor margen posible en toda la cadena del negocio. Oportunidades que van mucho más allá del ahorro u optimización de costes –también importante-, hablamos de optimizaciones de margen, de sinergias entre los distintos negocios, aprovechando las oportunidades y la visión de cada uno con el objetivo de maximizar el beneficio conjunto. En definitiva, estar en toda la cadena nos permite ver la “foto” del negocio de forma global y tomar las decisiones pensando siempre en lo que más beneficia a toda la compañía en su conjunto, y no solo a un negocio en concreto.

El todo, no la parte

Un ejemplo de ese actuar por el bien del todo y no por el de la parte está en la apuesta que esta compañía hizo por el Refino en un momento en que el margen de refino y la demanda caían por la crisis económica. Es decir, durante la crisis económica, Repsol decidió prepararse para el futuro invirtiendo en uno de los esquemas de producción más eficientes de Europa. Esta apuesta fue posible gracias a la aportación de caja de todos los negocios del grupo. Ahora que el ciclo ha cambiado, el área de Refino está preparada para ayudar a generar la caja que necesita la compañía en los próximos años.

MIENTRAS OTROS VENDÍAN O DISGREGABAN SU NEGOCIO DE DOWNSTREAM, REPSOL DECIDIÓ INVERTIR EN UNO DE LOS ESQUEMAS DE REFINO MÁS EFICIENTES DE EUROPA

En el contexto global, en ese mismo periodo de tiempo, las grandes energéticas privadas tendieron a vender o cerrar sus negocios de Downstream y hoy se han visto fuertemente penalizadas. Por el contrario, las NOCs, es decir, las grandes compañías estatales de exploración y producción, están haciendo importantes inversiones en el negocio de refino.

En definitiva, estar presentes en toda la cadena del negocio del petróleo ofrece grandes ventajas competitivas y de estabilidad en el resultado. Algo de lo que en Repsol nos beneficiamos desde siempre.

 

Trading, el valor del intermediario

Nuestro valor añadido es utilizar toda la posición que tenemos en conjunto, como compañía presente en todos los negocios, para optimizarla.

Juan Manuel Martín Prieto
Director de Planificación, Control y Medios

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Empleado de Repsol Trading en Campus (Madrid).

Quizás el negocio de Trading es donde se percibe con mayor nitidez los beneficios de ser una compañía integrada. Así, el término inglés trading se utiliza para definir el comercio internacional de crudo y productos. El Trading de Repsol actúa desde tres posturas diferentes. En primer lugar, somos los intermediarios en las operaciones de otros negocios de la casa, es decir, vendemos al mercado internacional lo que Upstream y Downstream producen y, a su vez, compramos aquello que necesitan para operar, como el crudo para nuestras refinerías. Este fue el origen de nuestra actividad, pero dimos un paso más y pensamos: “¿Por qué no aprovechar los conocimientos y posiciones que tenemos y obtenemos beneficios también en la compra y venta a clientes externos?”. Así lo hicimos. Por último, el tercer paso fue ocuparnos de obtener rentabilidad gestionando los buques contratados, así como fletando buques de terceros para el transporte marítimo.

Un juego de estrategia

Para entender cómo optimizamos nuestra posición, hay que saber que Repsol actúa como en un gran juego de estrategia, buscando la eficiencia en cada eslabón de la cadena de valor y en cada operación.

Un ejemplo: extraemos un crudo de África y necesitamos ese mismo tipo de crudo para nuestra refinería de Perú. La lógica nos dice que nos conviene vender nuestro crudo a una refinería más cercana, sea o no del Grupo. A su vez, seremos más eficientes si compramos la materia prima para las refinerías lo más cerca posible, sin importar quien lo produce. Pero, además, optimizaremos nuestra logística marítima para combinar cargas propias con cargas de terceros en los movimientos de un crudo entre un punto geográfico y otro. Se trata de que el buque que descarga su crudo en Perú, por ejemplo, retorne con sus tanques llenos de otra carga de un tercero.

En definitiva, nuestros traders están informándose constantemente de los desequilibrios entre la oferta y la demanda de crudos que existen en todo el mundo, para reaccionar ante las mismas y capturar lo que se conoce como arbitrajes.

Control de riesgos

Como imaginaréis, ante las fluctuaciones constantes del precio del crudo, el trading es una actividad donde se asumen muchos riesgos. La premisa en Repsol es trabajar con los riesgos mínimos, es decir, cubrimos siempre nuestras posiciones con la contratación de derivados –herramientas financieras que nos permiten protegernos frente a un precio variable–. De hecho, una parte muy importante de nuestra actividad está ligada a la gestión de estos riesgos y contratación de derivados, manejando siempre las opciones y las incertidumbres.

 

La innovación transversal

Los grandes retos tecnológicos de nuestros días tienen una naturaleza netamente transversal.

Santiago Quesada Garmendia
Director E&P and Gas Technology

Los desarrollos más innovadores en ciencias de computación, materiales, nanotecnología, biotecnología o robótica, por mencionar solo alguno de los principales Nueva apertura CLAUDIA ESARTE tratcampos de investigación tecnológica, tienen aplicaciones en numerosas áreas de nuestra sociedad y, entre ellas, en múltiples aspectos de los negocios.
Con foco en este hecho, Repsol impulsa diversas líneas transversales de I+D que puedan proveer de soluciones innovadores a las diversas actividades de la compañía. Estos desarrollos son sólo posibles en el marco de una empresa integrada en la que el conocimiento y las sinergias entre distintas áreas de negocio son posibles y aprovechados.

Proyectos de equipo

Un buen ejemplo de estas iniciativas lo constituye el Proyecto Rugby, que tiene por objeto beneficiarse de las sinergias entre los negocios de Exploración y Producción y Química, que permitan optimizar la aportación interna de soluciones y desarrollar proyectos innovadores para el Grupo. Destacan en la iniciativa los proyectos diseñados para el desarrollo interno de nuevos productos químicos para mejorar las operaciones de estimulación de los yacimientos, incrementar la recuperación mejorada de los campos, asegurar el flujo del petróleo en las líneas de producción y optimizarlas operaciones de perforación.

Nuestro Centro de Tecnología Repsol, puntero en Europa, trabaja en red con nuestros equipos de innovación en Houston y Río de Janeiro

Proyectos similares de colaboración han sido lanzados entre las áreas de Refino y Exploración y Producción para la aplicación de soluciones nanotecnológicas (por ejemplo, nanosensores), biotecnológicas (como la mejora de la calidad de los crudos pesados mediante actividad bacteriana) o computacional (por ejemplo, la aplicación de Tecnologías Cognitivas). En este último campo de la Computación Cognitiva, Repsol lidera diversos proyectos con compañías tecnológicas punteras que permitan el desarrollo de las primeras aplicaciones cognitivas en la industria del petróleo. Estas aplicaciones prometen un inmenso horizonte de nuevas oportunidades en áreas transversales, como el acceso a “Big data” y la asistencia en la toma de decisiones bajo incertidumbre.

 

Financiación, el poder del equilibrio y la estabilidad

Unas cuentas balanceadas nos permiten cumplir con nuestros compromisos, como el de una remuneración atractiva al accionista.

Mariano Benito Zamarriego
Director de Financiación
Francisco Sanz Cedrón
Director de Desarrollo y Control Financiero

Todo lo que mis compañeros de otras áreas han comentado sobre el funcionamiento de una compañía integrada se traduce, para el área financiera, en una estabilidad en el flujo de caja y en la cuenta de resultados. Y esa estabilidad es, por supuesto, fundamental para cualquier compañía. Unas cuentas saneadas y equilibradas nos permiten afrontar con mayor certeza todos los planes a futuro de inversión y acceder con más facilidad a la financiación de los mercados frente, por ejemplo, a las compañías de Upstream que están siendo duramente castigadas por la actual situación.

Un ejemplo reciente: la aceptación de la emisión de bonos híbridos. Así, tras la adquisición de Talisman y con el fin de reforzar la estructura financiera para asegurar el rating, nos comprometimos a emitir bonos híbridos por un importe de hasta 5.000 millones de euros. En marzo emitimos al mercado el primer     tramo por 2.000 millones de euros.

Negocio integrado y Rating

Si hablamos de rating, las agencias de calificación son más exigentes con las empresas dedicadas exclusivamente al Upstream, que las integradas.
Asimismo, las empresas integradas se benefician de mayor diversidad y mayor número de proyectos en toda la cadena de hidrocarburos, lo cual permite atenuar la volatilidad cíclica. Ello contribuye a una mayor estabilidad de flujos de caja y, en consecuencia, del rating.

unas cuentas saneadas y equilibradas nos facilitan el acceso a la financiación

Participación en Gas Natural

Por último, además de los resultados balanceados de una compañía integrada, Repsol suma otro importante factor de estabilidad: los dividendos de su participación del 30% en Gas Natural. Ello supone unos flujos importantes y estables de caja, además de la opcionalidad de monetarización de un activo tan estable que, aunque no está sobre la mesa, otorga tranquilidad y es un factor positivo que tienen en cuenta los inversores a la hora de construir sus carteras.