“Queremos seguir siendo una compañía integrada”
Lleva 31 años creciendo profesionalmente en la casa, y en los últimos cinco años ha liderado el área de Exploración y Producción (E&P), motor de crecimiento de Repsol. Con él hablamos de esta apuesta estratégica que ha cambiado la cara de la compañía y del futuro tras la integración de Talisman Energy.
Hace unos años, Repsol se fijó como uno de sus pilares estratégicos hacer de la exploración y producción su motor de crecimiento. ¿Por qué?
Por entonces, Repsol pensó que tenía que ser una compañía más equilibrada desde el punto de vista del Upstream (exploración y producción de petróleo y gas), frente al Downstream (procesado de los hidrocarburos hasta llegar a productos terminados). La estrategia fue muy clara: se apostó por el crecimiento orgánico a partir de la exploración y producción propias y se hizo un esfuerzo de inversión en esta área.
¿Podríamos decir que esta estrategia ha dado sus frutos?
Sin duda. Siete de los diez grandes proyectos de nuestro Plan Estratégico 2012-2016 ya están produciendo hidrocarburos, y el año que viene estaremos incorporando casi 200.000 barriles al día de producción que, junto con los 300.000 barriles/día que teníamos antes de su puesta en marcha, hacen esa empresa de 500.000 barriles/día a la que apuntábamos para 2016. Vamos por buen camino y ahora la adquisición de Talisman nos da una dimensión aún mayor y diferente.
La compañía tiene una de las tasas de reemplazo de reservas más atractivas del sector. ¿Por qué es tan importante este dato?
Hemos tenido una tasa de reemplazo reservas del 200% en los últimos cinco años, que quiere decir que hemos encontrado el doble de reservas de hidrocarburos de las que cada año producimos. Somos una de las tres compañías del sector que ha logrado unas tasas de reemplazo de reservas de ese nivel. Eso nos posiciona muy bien competitivamente y nos asegura el futuro.
Los éxitos exploratorios de los últimos años también han sido noticia. ¿Qué factores han hecho de Repsol un referente en exploración?
Sin duda, la tecnología y el talento juegan un papel fundamental. La empresa tomó una decisión hace unos años que implicaba no solo invertir recursos económicos (más de 1.000 millones de dólares todos los años en exploración), sino contar con un grupo de profesionales bien capacitados, preparados y muy motivados para convertir esos recursos económicos en descubrimientos. La tecnología es fundamental en nuestro sector, pero tenemos que tener un grupo de profesionales que conozca las mejores tecnologías que existen en el mercado, que las adapten a nuestras necesidades y las sepan utilizar. Eso lo hacemos con nuestros propios profesionales en las operaciones y con nuestro Centro de Tecnología, que nos ayuda a entender dónde están los nuevos desarrollos tecnológicos suficientemente probados que podemos utilizar.
Luis Cabra en el pozo Petrocarabobo, en la faja petrolífera del Orinoco (Venezuela).
¿En qué tecnología está trabajando la compañía en la actualidad?
Tenemos una línea de trabajo que ha dado muy buenos resultados, con la que intentamos “ver” mejor el subsuelo a través de la geofísica y la imagen sísmica, similar a una ecografía del terreno. En este campo somos punteros y nuestros desarrollos han recibido, por un lado, reconocimientos internacionales y, por otro, son muy bien valorados por empresas nacionales de países, como Angola, que aprecian que, además de realizar inversiones, utilices y transfieras tecnología avanzada. Además, tenemos abiertas otras líneas de investigación. Por ejemplo, hemos obtenido recientemente un premio por el desarrollo HEADS, junto con la empresa española Indra, para detectar de manera temprana pequeños derrames de hidrocarburos de las plataformas en el mar antes de que se produzca un derrame mayor, y ello en cualquier condición del mar, de día o de noche.
Entre los últimos hallazgos, ¿cuáles destacaría?
Este año destacaría el éxito que estamos teniendo en proyectos que llamamos de appraisal. Cuando hemos descubierto un yacimiento, habiendo perforado solo un primer pozo, todavía no tenemos suficiente información sobre su dimensión ni sus características. Por ello, hacemos una delineación o appraisal del yacimiento con más pozos para tratar de entender su tamaño, tipo de hidrocarburo, etc. Este año los resultados son muy buenos en esa delineación de campos, tanto en Alaska, donde estamos cerca del desarrollo, como en Argelia, donde hemos anunciado recientemente un descubrimiento, con volúmenes muy importantes de gas. En Brasil, Pão de Açúcar también está próximo a su desarrollo y hemos hecho descubrimientos en zonas nuevas, como el reciente en el Golfo de México, León.
No solo tenemos que llegar más lejos, más profundo y a nuevas fronteras, sino hacerlo de una manera eficiente
Primero fueron las aguas someras, luego el desierto, la selva, las aguas profundas y ultraprofundas… ¿Cuáles son las próximas metas?
La tecnología avanza a ritmos trepidantes. No terminamos de batir el récord de profundidad en alta mar. En nuestro bloque Campos 33, el pozo Pão de Açúcar está entre los más profundos del mundo, a unos 2.800 metros de lámina de agua, pero en algunos bloques se está trabajando ya por encima de los 3.000 metros de profundidad. Otra frontera interesante, que ya está muy desarrollada en Estados Unidos y en la que vamos a entrar con mucha fuerza con la adquisición de Talisman son los hidrocarburos no convencionales. Y destacaría un tercer reto que la industria tiene que afrontar, especialmente relevante ahora que el precio del petróleo está bajo: no solo llegar más lejos, más profundo y a nuevas fronteras, sino hacerlo de una manera eficiente. Nuestra industria es de altos costes y tenemos que hacer un esfuerzo no solo por desarrollar la tecnología, sino también por que esta nos permita abaratar los costes de explotación.
Mucho se habla de los recursos no convencionales, ¿cree que serán decisivos en el mapa energético mundial de las próximas décadas?
Diría que es una contribución más. Ha sido muy espectacular su desarrollo en Norteamérica, es un éxito de la industria que es muy difícil replicar en otros países, porque se tienen que dar unas condiciones muy particulares de estabilidad legal, contractual, junto a un marco muy favorable para la inversión y también por parte de la sociedad. En EE. UU. han sido capaces de conciliar todo esto y hoy son los mayores productores de gas del mundo y están muy cerca también de serlo de petróleo. Un éxito más regional que global. Es de lo más relevante en el panorama energético; pero las aguas profundas también lo han sido en los últimos años y hoy aportan muchos barriles. En definitiva, este es un sector de sumas, de tecnología y de distintos tipos de explotación de petróleo y gas, de renovables y otras formas de energía… Todo suma para poder satisfacer la demanda de energía del mundo, que es muy alta.
Otro de los pilares estratégicos es la diversificación de los activos, aumentando la presencia en países del entorno OCDE. ¿Cómo ha evolucionado el portafolio de Repsol?
Para entender esto hay que pensar que la nuestra es una industria de distintos tipos de riesgo: geológicos, de encontrar o no petróleo, pero también geopolíticos. Hay países más o menos estables política o jurídicamente. Eso no quiere decir que haya países a los que haya que renunciar, sino que hay que tener un portafolio de activos equilibrado, en sitios que pueden ser muy prospectivos geológicamente, con un mayor riesgo geopolítico, y en sitios más estables desde este último punto de vista. Durante estos años nos hemos afanado en conseguir un portafolio equilibrado, estábamos muy concentrados en Latinoamérica y en el norte de África, países muy importantes para nosotros donde seguiremos invirtiendo, pero queremos también estar en países del entorno OCDE.
¿Cómo valora la adquisición de Talisman desde el punto de vista de la E&P?
Con Talisman se ha acentuado este equilibrio del que hablábamos, porque tienen una presencia muy estable y concentrada en Norteamérica y en el sudeste asiático. Y, por otro lado, nos permite tener de una sola vez el tamaño de compañía que queríamos cuando hace diez años comenzamos a apostar por el crecimiento en E&P. La compra de Talisman nos está colocando en los 650.000 barriles/día de producción de petróleo y gas, con lo cual, a partir de ahora, no tenemos que preocuparnos tanto del crecimiento en sí mismo, sino de que esos barriles sean lo más rentables posible.
Con Marc Márquez, durante la visita del piloto a Campus Repsol.
Tras esta adquisición, se está trabajando en un nuevo Plan Estratégico. ¿Nos puede adelantar algo?
Estamos preparando un nuevo Plan Estratégico para los próximos cinco años, hasta el año 2020. Y el foco lo vamos a poner en aportar valor y en el equilibrio de los activos, puesto que el crecimiento lo tenemos ya conseguido. Pasará por seguir explotando nuestros campos maduros e incorporar los de Talisman. También podremos pensar en realizar adquisiciones adicionales o en la venta de activos que no encajen tanto con nuestro concepto de equilibrio de portafolio y de riesgos.
¿Qué importancia adquirirá Estados Unidos y Canadá?
Norteamérica ya tiene un peso muy fuerte. Desde hace años veníamos trabajando en ella, teníamos el 30% de nuestro capital invertido allí, que ahora será alrededor del 50%. Será, sin duda, una de las regiones más importantes.
¿Cómo será el nuevo Grupo Repsol tras la integración de Talisman?
Me gustaría destacar el periodo tan ilusionante que tenemos por delante tras la adquisición de Talisman. Supone la transformación de Repsol en una compañía diferente, mejor, más grande y, sin duda, mucho mejor para los accionistas de la compañía. Y quiero poner el acento en algo no muy repetido, pero de la mayor importancia: las capacidades, los profesionales que vamos a incorporar a la compañía. Talisman tiene un gran equipo de profesionales en áreas muy complementarias con las nuestras. Nosotros hemos demostrado nuestra experiencia en exploración de aguas profundas, ellos son muy buenos en campos de producción offshore en aguas más someras y muy buenos operadores en hidrocarburos no convencionales, donde nosotros apenas teníamos presencia. Así pues, estamos entusiasmados con la incorporación de los 3.000 profesionales de Talisman en nuestras operaciones.
Estamos muy entusiasmados con la incorporación de los 3.000 profesionales de Talisman en nuestras operaciones
No podemos dejar de hablar de los precios del crudo, ¿cómo está afectando a Repsol este ciclo bajista?
Al negocio de exploración y producción, sin duda, le afecta el precio del crudo y se ve reflejado en una reducción de los resultados del área. Pero, afortunadamente y debido al equilibrio que nuestra compañía tiene entre E&P y Downstream, nos han tomado el relevo nuestros compañeros de Downstream en los resultados. Este es otro de los elementos clave de nuestro plan estratégico: queremos seguir siendo una compañía integrada, una empresa de E&P y de refino y comercialización, áreas que se complementan muy bien entre sí. Cuando el precio del petróleo baja, los resultados de nuestro Downstream crecen y, cuando el precio del petróleo sube, es el área de E&P la que toma el relevo en la aportación de caja a la compañía. También hay que decir que nuestros planes de mejora de la eficiencia y de ahorro de costes cobran todavía más sentido en escenarios de precios del crudo bajos, pero con la tranquilidad de que tenemos una compañía muy fuerte y resistente en este sentido.
¿Cuáles son las perspectivas de futuro?
Creo que el mercado en ocasiones simplifica el análisis. Es decir, tendemos a pensar que, cuando el precio del crudo es alto, va a estar así para siempre; y también nos pasa con el precio del crudo bajo. Nuestros análisis indican que este periodo con los precios actuales del crudo será transitorio. Dicho esto, como dice nuestro CEO, Josu Jon Imaz: “No estamos aquí para predecir el precio del crudo, sino para gestionar la compañía en cualquier escenario de precio que podamos encontrar”. De esta manera, esperamos que el precio del crudo suba y que los resultados de la exploración y producción mejoren, pero entre tanto vamos a ser muy disciplinados y controlar nuestras inversiones y vamos a ser más eficientes en el uso de los recursos, lo que en cualquier caso nos va a venir bien también cuando venga la recuperación del precio del crudo.
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