Repsol apuesta por distintos tipos de ecocombustibles

Existen dos grandes categorías de ecocombustibles:

Biocombustibles avanzados 

Son aquellos producidos a partir de residuos de origen biológico procedentes de la industria agroalimentaria, la agricultura, los aprovechamientos forestales o la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos y que emplean estos residuos como materia prima para la fabricación de los combustibles finales. El uso de esta clase de biocombustibles conlleva una reducción de emisiones de dióxido de carbono superior en todos los casos al 65% respecto a los combustibles tradicionales y que puede llegar a superar el 100%, alcanzando una huella de carbono negativa.

Repsol incorpora biocombustibles a sus carburantes de automoción desde hace dos décadas, en un porcentaje que se ha incrementado de manera paulatina en los últimos años. La compañía produce actualmente 700.000 toneladas de biocombustibles. En esta década se convertirá en una empresa de referencia en este segmento, con una producción de 1,3 millones de toneladas en 2025 y más de dos millones en 2030.

Biocombustibles avanzados

Combustibles sintéticos (e-fuels)

Se fabrican a partir de CO2 retirado de la atmósfera e hidrógeno renovable como únicas materias primas. 

Repsol desarrollará en el puerto de Bilbao un proyecto innovador a nivel mundial para producir combustibles sintéticos con cero emisiones netas, usando hidrógeno renovable y CO2 capturado en los procesos industriales de la cercana refinería de Petronor, evitando su emisión a la atmósfera.

Combustibles sintéticos

En menor medida, los ecocombustibles pueden producirse a partir de otras materias primas provenientes de residuos de origen no biológico (ej. residuos urbanos o plásticos), que también pueden reducir la huella de carbono respecto a los combustibles tradicionales.