Emilio Mayoral y la nueva planta de combustibles renovables de Cartagena

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Emilio Mayoral, coordinador de Producción de Repsol de la primera planta de combustibles renovables de España, en Cartagena.

Desde que los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers convirtieron el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou de París en un icono high-tech posmoderno, los complejos industriales como el de Repsol en Cartagena se pueden leer como obras pop. Sus cientos de kilómetros de tuberías de distintos colores describen una partitura que solo expertos como Emilio Mayoral, coordinador de Producción de la primera planta de combustibles renovables de España, puede interpretar.

“Los colores ayudan a identificar rápidamente el contenido de las tuberías: rojo para el agua contra incendios, verde para el agua de refrigeración, gris para procesos y amarillo para gases. Esta codificación visual es una herramienta esencial para garantizar la seguridad y eficiencia en nuestras operaciones”, explica.

El uso de estos combustibles renovables de Repsol evitará la emisión de 900.000 toneladas de CO2 al año

Repsol ha dado un salto adelante en sostenibilidad con este proyecto emblemático, realizado gracias a una inversión de 250 millones de euros. Un sueño hecho hoy realidad que tiene el potencial de producir 250.000 toneladas anuales de combustibles renovables, transformando residuos como aceites de cocina usados en energía para coches, camiones, aviones y barcos, sin necesidad de modificar los motores existentes. El uso de estos carburantes evitará la emisión de 900.000 toneladas de CO2 al año y acerca a Repsol a su objetivo de ser una compañía con cero emisiones netas en 2050.

Como en todo empeño humano, más allá de las grandes cifras, los proyectos de la envergadura de la planta de combustibles renovables de Cartagena son impulsados por personas. Por eso, hoy hemos querido entrevistar a Emilio, para conocer el presente, los retos y las aspiraciones detrás de esta iniciativa transformadora en el sector energético.

Emilio, gracias por dedicarnos tu tiempo hoy. Sabemos que llevas casi dos décadas en Repsol, empezando como ingeniero químico tras tus estudios en Alicante. Cuéntanos, ¿cómo fueron tus inicios en la compañía?

Mi camino en Repsol comenzó hace 20 años, tras finalizar mis estudios en Alicante. La compañía me ofreció participar en un máster que, en aquel entonces, funcionaba como una forma de introducir y evaluar a nuevos talentos. Esta experiencia me permitió familiarizarme con la empresa y culminó en mi asignación a Cartagena, donde he permanecido desde entonces.

Y ahora, ¿cuáles son tus responsabilidades actuales?

Actualmente lidero el equipo encargado de la planta de combustibles renovables de Cartagena, una iniciativa innovadora centrada en el tratamiento de aceites de cocina usados y otros residuos para producir combustibles renovables. Llevo más de dos años coordinando este proyecto, desde la etapa de ingeniería hasta la incorporación progresiva del equipo que ahora gestiona la planta.

¿Cómo describirías la importancia de este proyecto para la transición energética y la lucha contra el cambio climático?

Este proyecto simboliza un paso significativo hacia la sostenibilidad. Es la primera planta en España y Portugal capaz de convertir residuos, específicamente aceites de cocina usados, en combustibles renovables. Este proceso no solo representa una segunda vida para estos residuos, sino que también contribuye a la reducción de emisiones de CO2. Nuestro enfoque hacia la economía circular es un testimonio de cómo el diésel renovable o el combustible sostenible para aviación son ya una realidad tangible en la transición energética.

Foto 2 Cartagena
Un segmento de la nueva planta de combustibles renovables de Repsol en su complejo industrial en Cartagena.


¿Cómo podríamos explicar la magnitud de los cambios en la planta a alguien ajeno al campo de la ingeniería química?

La clave está en entender que estamos dando una nueva vida a lo que antes era considerado un desecho. La planta de Cartagena, al transformar estos aceites en combustible, aborda un problema ambiental y a la vez reduce las emisiones de CO2. Esto demuestra que los combustibles renovables son una realidad palpable, más allá de los anuncios de futuras tecnologías, y cumplen con todos los requisitos necesarios para su comercialización. El diésel renovable o el combustible sostenible de aviación producidos en nuestra planta poseen las mismas propiedades que sus equivalentes fósiles, lo que permite su uso sin necesidad de modificar los motores existentes.

Este proyecto parece marcar el inicio de una nueva era para Repsol y la industria energética en general. ¿Qué otros residuos se planea procesar en esta planta?

Además de los aceites de cocina usados, estamos evaluando el tratamiento de residuos vegetales y otros tipos de grasas. Es crucial entender que nuestra labor en Cartagena se apoya en la investigación y experimentación continua, lo que nos permite adaptarnos y evolucionar hacia la gestión de una gama más amplia de materias primas.

"El diésel renovable y el combustible sostenible de aviación producidos en nuestra planta poseen las mismas propiedades que sus equivalentes fósiles, lo que permite su uso sin necesidad de modificar los motores existentes"
 

La economía circular requiere la participación de todos, desde las empresas hasta la ciudadanía. ¿Cómo ves el futuro de esta colaboración?

Es esencial. Estoy convencido de que la creación de cultura en torno al reciclaje y la reutilización de residuos como el aceite de cocina usado es fundamental. Actualmente, el porcentaje del aceite doméstico que se recicla es muy bajo, no alcanza el 5%, por lo que hay un enorme potencial para mejorar y contribuir significativamente a la valorización de este residuo. Esto nos permitirá proveernos de la materia prima necesaria para la producción de combustibles renovables, lo que nos ayudará a incrementar nuestra independencia energética como país. 

Mirando hacia el futuro, ¿hay planes para expandir o introducir nuevas tecnologías en la planta de Cartagena?

Sí, ya estamos trabajando en nuevos proyectos para nuestro complejo industrial. Un ejemplo es una planta de hidrógeno renovable. Se trata de un electrolizador de 100 MW que nos permitiría avanzar en la descarbonización de nuestros procesos y, por supuesto, en el objetivo que nos hemos marcado de ser cero emisiones netas en 2050. 

 

Vídeo: ¿Qué son los combustibles renovables?