La aviación frente al desafío de la descarbonización: el papel transformador de los combustibles renovables (SAF)
La industria de la aviación se enfrenta al desafío sin precedentes de la descarbonización. Con el turismo representando más del 12% del PIB en naciones como España y con el 80% de los turistas llegando por aire, la urgencia de reducir su huella de carbono es ineludible. Actualmente, este sector contribuye con el 2% de las emisiones globales de CO2, y con la previsión de que el número de vuelos se duplique para 2050, por la globalización y el crecimiento poblacional, la presión para actuar es aún mayor.
Ante estas cifras, el sector ha logrado avances significativos en eficiencia, reduciendo las emisiones por viajero y kilómetro recorrido en un 50% desde 1990, según la International Air Transport Association (IATA). Pero el desafío de la descarbonización requiere soluciones de más rápida implementación.
En este contexto, los combustibles sostenibles de aviación (SAF) emergen como una solución inmediata y viable. Óliver Fernández, director de Aviación Internacional de Repsol, constata esta descripción: “SAF es el futuro, pero también el presente. Con la puesta en marcha de nuestra primera planta de combustibles renovables en Cartagena, estamos listos para suministrar al sector lo que necesita para hacer realidad sus ambiciones de descarbonización”.
"Estamos listos para suministrar al sector lo que necesita para hacer realidad sus ambiciones de descarbonización”
La planta de Repsol en Cartagena, con una inversión de 200 millones de euros, refleja el compromiso de la compañía con esta visión y su esfuerzo por liderar la producción de combustibles renovables en España y Europa. La capacidad de producción de la planta, que entrará en funcionamiento a principios de 2024, será de 250.000 toneladas anuales de combustibles renovables, incluyendo biodiésel, biojet, bionafta y biopropano, que se fabrican utilizando resiudos orgánicos. Estas materias primas incluyen desechos agrícolas, residuos industriales y domésticos (como los aceites de fritura), aceites vegetales no comestibles y grasas animales.
Los SAF son notables no solo por su capacidad de reducción de emisiones, sino también por su compatibilidad con la infraestructura existente. Francisco Lucas, gerente senior de Aviación Sostenible en Repsol, lo explica: "Los SAF se pueden utilizar en los motores de combustión de las aeronaves actuales sin ninguna modificación y tampoco requieren de una inversión para crear una infraestructura de suministro diferente de la que ya tenemos". Esta adaptabilidad los convierte en una opción inmediatamente implementable a nivel global.
Para cumplir con las crecientes demandas, la producción de SAF debe aumentar sustancialmente, lo que ineludiblemente llevará a "construir nuevas plantas o transformar las actuales", señala Lucas, " así que van a ser necesarios unos niveles de inversión muy importantes, que requieren de un entorno regulatorio fiable y del apoyo público a la hora de financiar los proyectos". Repsol prevé aumentar su capacidad de producción de combustibles renovables a 1,3 millones de toneladas en 2025 y superar los dos millones de toneladas en 2030.
La normativa ReFuelEU Aviation de la UE estipula que para 2025, el 2% del combustible disponible debe ser SAF, incrementándose al 6% en 2030, 20% en 2035 y al 70% para 2050, destacando así la importancia creciente de estos combustibles. Pero como no puede haber productores de SAF sin consumidores, los acuerdos de Repsol con las aerolíneas, desde colaboraciones y vuelos de prueba hasta contratos de suministro, se han vuelto una parte fundamental de su estrategia. Veamos algunos ejemplos:
Repsol y Ryanair han firmado un importante acuerdo para promover el uso de combustibles renovables, especialmente Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF), entre 2025 y 2030. Según este acuerdo, Repsol proporcionará a Ryanair hasta 155.000 toneladas de SAF, equivalente a más de 28.000 vuelos entre Dublín y Madrid. Este suministro de SAF se espera que permita una reducción aproximada de 490.000 toneladas de emisiones de CO2, lo que representa un paso significativo en el camino hacia la descarbonización de la aviación y en el objetivo de Ryanair de alcanzar un 12,5% de uso de SAF para 2030 y cero emisiones netas para 2050. Este acuerdo subraya el compromiso de ambas compañías con la sostenibilidad y la inversión en combustibles de aviación renovables.
Repsol e Iberia han consolidado una colaboración enfocada en la sostenibilidad del sector aéreo mediante el uso de Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF). En 2022, llevaron a cabo vuelos transatlánticos pioneros, como los de Madrid a Washington DC, Dallas Fort Worth y San Francisco, utilizando SAF producido de residuos en la refinería Petronor de Repsol. Estos vuelos, realizados con aviones Airbus A330-200, redujeron las emisiones de CO2 en 125 toneladas, representando un avance significativo en la transición verde de la industria aérea.
Además, el acuerdo entre ambas empresas incluye varios proyectos para promover la sostenibilidad. Entre ellos, el proyecto AVIATOR para analizar el impacto de las emisiones en los aeropuertos y la participación de Iberia en el consorcio SHYNE para el desarrollo del hidrógeno renovable en España. Iberia, como parte del International Air Group (IAG), se compromete a alcanzar cero emisiones netas para 2050, incorporando a su flota aviones más eficientes y ofreciendo a sus clientes corporativos la opción de comprar SAF, con el objetivo de reducir las emisiones de sus viajes de negocios.
La alianza entre Repsol y Air Europa se ha fortalecido significativamente en el uso de Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF) en sus operaciones aéreas, destacando especialmente en la ruta Madrid-Buenos Aires. Esta ruta emplea SAF de manera regular y voluntaria, una iniciativa que se extenderá hasta finales de 2024. Este esfuerzo se anticipa a las regulaciones de la Unión Europea que entrarán en vigor en 2025 y demuestra el compromiso de ambas compañías con la sostenibilidad y la reducción de las emisiones de CO2 en la aviación. Además, Air Europa ha realizado un vuelo piloto a Ámsterdam utilizando SAF producido por Repsol a partir de residuos orgánicos, reafirmando su compromiso con la innovación ambiental y la reducción del impacto ecológico en sus rutas aéreas.
Repsol y Vueling, compañía aérea del grupo IAG, han colaborado en el desarrollo y uso de Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF). En noviembre de 2021, Vueling realizó su primer vuelo utilizando SAF en la ruta Barcelona-Sevilla, operado con un Airbus A320neo, una de las aeronaves más eficientes de su flota. Este vuelo logró reducir las emisiones de CO2 en 2,5 toneladas, destacando la eficiencia energética y el uso de biofuel producido por Repsol a partir de aceites vegetales sostenibles en su complejo industrial de Tarragona. Este evento marcó el comienzo de un acuerdo de colaboración entre las dos compañías para integrar los SAF en las operaciones cotidianas de la aerolínea, alineándose con el compromiso de Vueling de reducir sus emisiones de CO2 y el uso de 10% de SAF para 2030, y con el plan estratégico de Repsol que busca transformar su negocio industrial y lograr la neutralidad de carbono para 2050.
Repsol y Gestair han establecido un acuerdo de colaboración para promover el uso de Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF) en el sector de la aviación de negocios. Este acuerdo se centra en desarrollar y fomentar el uso de nuevas energías en la aviación de negocios, incluyendo la creación de áreas de colaboración para el análisis y la formulación de propuestas enfocadas en impulsar el desarrollo y consumo de SAF. Gestair, en su programa HORIZON, avanza en su firme compromiso con la acción y responsabilidad social en respuesta al cambio climático. A través de este acuerdo, la compañía busca adoptar soluciones que satisfagan las demandas actuales del mercado y de sus clientes, permitiéndoles viajar utilizando combustibles de aviación sostenibles y compensar las emisiones de sus vuelos.
Repsol ha iniciado una colaboración significativa con Atlas Air y su cliente Inditex, marcando un hito importante en el sector de la aviación de carga en España. A través de este acuerdo, Repsol suministra Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF) para ser utilizados en todos los vuelos de Atlas Air operados para Inditex desde el Aeropuerto de Zaragoza. Este esfuerzo pionero posiciona a Atlas Air como la primera aerolínea de carga en España en incorporar SAF de manera regular en sus operaciones, comenzando con una mezcla inicial del 5% en todos sus vuelos. Este compromiso con los SAF no solo subraya la responsabilidad ambiental y la dedicación a la sostenibilidad de estas empresas, sino que también se adelanta a las próximas regulaciones de la Unión Europea establecidas por ReFuelEU Aviation, que exigen un aumento gradual en el uso de combustibles renovables, alcanzando un 2% en 2025, 6% en 2030 y 70% en 2050.
Esta iniciativa es un paso clave en la reducción de la huella de carbono y en el avance hacia el objetivo de cero emisiones netas, alineado con las políticas globales de cambio climático y las estrategias de sostenibilidad corporativa de las empresas implicadas. Al mismo tiempo, este acuerdo fomenta la producción local de SAF, mejorando tanto la capacidad de las refinerías como la adquisición de materias primas cercanas, con el objetivo final de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector de la aviación. Además, Aena, responsable de la gestión del Aeropuerto de Zaragoza, participa activamente en la promoción e integración de los SAF, impulsando su producción y consumo. Este acuerdo entre Repsol, Atlas Air e Inditex es tanto un hito para la aviación de carga en España como un precedente importante para la adopción más amplia de los combustibles de aviación sostenibles en la industria global.
A la vez que los SAF ofrecen una solución valiosa en el corto plazo, es importante reconocer el potencial significativo de la aviación impulsada por hidrógeno y los aviones eléctricos para el futuro. Estas tecnologías, aún en desarrollo, prometen una aviación más limpia y sostenible a largo plazo. Los desafíos actuales, como la mejora de la densidad energética de las baterías para aviones eléctricos y la creación de infraestructuras especializadas para el hidrógeno, son áreas de intensa investigación y desarrollo.
En este sentido, Francisco Lucas señala que “el hidrógeno conllevará una nueva infraestructura de suministro y de almacenamiento en los aeropuertos adaptada a este combustible”, lo que también representa una oportunidad para innovar y avanzar hacia un modelo de aviación más sostenible.
Lo único cierto es que la transición energética en el transporte aéreo requiere una colaboración sin precedentes entre la industria, los gobiernos y los organismos reguladores. La meta es clara: avanzar hacia una aviación cero emisiones netas para 2050, equilibrando innovación tecnológica, viabilidad económica y adaptabilidad global.