El valor del talento

Mi experiencia profesional me ha llevado a conocer y colaborar en diferentes sectores, como el eléctrico y el de oil & gas, y también distintas áreas, desde Recursos Humanos, a Planificación y Control y, finalmente, Desarrollo de Negocio. Creo que, gracias a todo este bagaje, el concepto de innovación que he forjado es muy abierto, flexible y colaborativo. Esta visión, que comparto con mi equipo en la unidad de Negocios Emergentes, me lleva a entender el talento externo como un elemento fundamental de innovación al que ninguna compañía energética puede dar la espalda si quiere ser competitiva y rentable.

En la era colaborativa

Hace unos años, el ostracismo caracterizaba a la industria energética. Pero los tiempos han cambiado y nuestro sector con ellos. Ahora, en la era de la colaboración, la industria ha transformado su visión de propiedad del conocimiento; parte de la información fluye y se comparte en distintas plataformas. Junto a ello, somos conscientes de que hay mucha más gente con talento e ideas disruptivas fuera de las compañías, es una simple cuestión numérica. Personas innovadoras y deseosas de compartir su conocimiento que necesitan financiación para desarrollar sus ideas.

Ello ha coincidido en el tiempo con otra tendencia: la aceleración de los ciclos de las tecnologías disruptivas. En el ámbito de tecnologías de la información, llegan a ser tan rápidos que a veces no llegas a comprender qué se puede aprovechar o qué está pasando. Aunque en el sector industrial estos ciclos disruptivos no son tan veloces, sí se han acortado mucho.

Todos estos factores llevan a una reflexión: es imposible que una compañía energética desarrolle toda la innovación que necesita de manera interna; ello implicaría cantidades ingentes de capital y, aun así, seguirían yendo más rápido fuera que dentro.

Innovación compartida

Quizás al lector le sorprenda saber que, cuando se trata de innovación externa, las grandes compañías mantenemos un contacto estrecho y, en ocasiones, diversificamos riesgos mediante la inversión compartida. Yo mismo intercambio puntos de vista con mis pares de Shell, BP, Chevron… cuando  se trata de saber qué pasa fuera, cómo puede afectar a nuestro sector o qué tecnologías aún embrionarias podemos aprovechar.

Así, la competencia natural que existe entre nuestras compañías, se convierte en un ambiente colaborativo cuando hablamos de apostar por tecnologías aún en fases tempranas de desarrollo, pero que pensamos que podrían ser disruptivas en nuestro sector. Para entenderlo, es necesario tener presente que las start-ups no requieren grandes inversiones, pero suponen riesgo e incertidumbre, porque muchas de ellas se quedarán finalmente en el camino. La inversión compartida nos permite minimizar estos riesgos y, a la vez, estar a la vanguardia del sector.

En Repsol compartimos nuestra pasión por la innovación y el talento, interno y externo

Todo este proceso nos enriquece porque nos permite estar en contacto con personas con una visión completamente distinta y con un ingrediente en común: todos creen en la innovación.

Pasión por la innovación

En Repsol compartimos nuestra pasión por la innovación, interna y externa. En el equipo de Negocios Emergentes creemos en lo que Julio Cortezónhacemos, en cada proyecto que abordamos. Nuestra misión es ayudar a los negocios de la compañía a que sepan qué está pasando fuera y qué desarrollos pueden aprovechar para cumplir sus retos, ser más eficientes y rentables.

Es fundamental que Repsol siga apostando por la tecnología disruptiva. Este camino le ha permitido ser un referente hoy y le permitirá ser aún mejor compañía mañana.

 

 

 

                                                                     Julio Cortezón Santaclara

                                                          Director de Negocios Emergentes de Repsol