Innovación sin fronteras

“No se pueden poner puertas al campo”. Esta expresión coloquial define muy bien la misión de la unidad de Negocios Emergentes de Repsol (NNEE). Con su Director, Julio Cortezón Santaclara, hablamos para que nos contara de primera mano cuál es la visión y estrategia de su unidad.

"La innovación es el motor de nuestra industria: una compañía energética no puede dejar de innovar si quiere ser competitiva y Graphene waferrentable. Y, a la vez, la innovación, al igual que las ideas, no conoce fronteras. Esta es la filosofía que subyace en el concepto de innovación de la compañía", explica Julio. Por ello, hace años que en Repsol entendimos que era necesario apostar por la innovación interna, canalizada a través del Centro de Tecnología Repsol, pero también intentar captar y capitalizar la innovación externa. "Es una cuestión de estadística: fuera de las compañías hay muchísimo talento, personas con ideas disruptivas, bien formadas y con ganas de innovar, que buscan grandes compañías que les ayuden a desarrollar o comercializar esas innovaciones".
Ese fue el germen de lo que hoy es la unidad que dirige y que tiene una misión clara: impulsar y gestionar nuevas iniciativas que puedan generar oportunidades de negocio y que permitan desarrollar la estrategia de la compañía, incluso más allá de sus negocios tradicionales. ¿Cómo lo logran? A través de tres herramientas fundamentales: Corporate Venture Capital (CVC), Generación de     Negocios Emergentes y Valorización de Tecnología (VT).

CVC, capitalizar la innovación externa

Rocsole es una pequeña compañía finlandesa que está a la vanguardia de una tecnología que permite visualizar el flujo de fluidos multifásicos (agua, crudo, aire) por el interior de tuberías y, así, predecir su ensuciamiento y optimizar los costes de mantenimiento, evitando de esta manera paradas no programadas y una reducción del Opex (gasto operativo). "Esta tecnología disruptiva podrá aplicarse en nuestros activos de Upstream y Downstream", puntualiza el Director de NNEE de Repsol. De hecho, la reciente inversión en Rocsole es el último ejemplo del uso del Corporate Venture Capital (CVC) como una herramienta por parte de la unidad de NNEE para captar y capitalizar la innovación externa mediante inversiones en start-ups de base tecnológica con gran potencial de desarrollo.

¿Qué es una start-up? Una empresa de nueva creación que presenta unas grandes posibilidades de crecimiento y, en ocasiones, un modelo de negocio escalable. Normalmente tienen un fuerte componente tecnológico y buscan para su financiación inversores que, a través de su aportación, se conviertan en socios.

¿Qué busca Repsol en una start-up? Que estén orientadas a los retos y áreas de oportunidad de la compañía. "Nuestra unidad nació con vocación de servicio, es decir, estamos en permanente contacto con todos los negocios para que nos digan cuáles son sus retos y buscar soluciones a los mismos. Nosotros somos sus 'ojos' en el ecosistema exterior para conocer qué pasa y qué caminos disruptivos se están creando fuera, frente a los retos de la industria. También estamos en estrecho contacto con el Centro de Tecnología Repsol, donde nuestros tecnólogos nos ayudan a valorar las tecnologías y la capacidad de disrupción de las mismas", nos cuenta Julio.

La unidad de Negocios Emergentes de Repsol tiene la misión de captar y capitalizar la innovación externa a la compañía

 

Foco y socios fiables

Es muy importante racionalizar la inversión en las start-ups, conociendo y seleccionando muy bien los proyectos y siempre con el foco puesto en los retos de la compañía. "¿Cómo las elegimos? A lo largo de los últimos años hemos sido capaces de crear un equipo y una metodología de valoración que nos ha permitido posicionarnos dentro del entorno de los CVC en el ámbito energético internacional". Y, por supuesto, con premisas muy claras. Por ejemplo, Repsol invierte en empresas con un cierto grado de madurez, es decir, que están ya en la fase de desarrollo de un producto o incluso ya han comercializado algún desarrollo inicial, y lo hace con el ánimo de ayudarles a crecer, a implementar esa tecnología, a internacionalizarse..., según sus necesidades. Además, sus participaciones son siempre minoritarias: entre un 5% y un 25%; de esta forma, logra diversificar el riesgo y, a la vez, participa activamente en los avances y resultados.

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Desde 2010, Repsol participa en IBIL, un servicio integral de recarga de coches eléctricos (energía 100% renovable).

Respecto al riesgo, hay que tener en cuenta que estas empresas de nueva creación responden a una ecuación de riesgo/beneficio alto. Es decir, no requieren grandes inversiones; sin embargo, muchas se quedarán en el camino. "Ahora bien, cuando salen adelante con éxito, Repsol obtiene dos grandes rentabilidades. En primer lugar,  la posibilidad de capitalizar el valor de esa tecnología en nuestros negocios, aportando eficiencia, reducción de costes, mejora de producción, etc.

En segundo lugar, obtenemos rentabilidad al vender nuestra participación en esa compañía, porque una inversión en una start-up se mantiene normalmente por un ciclo natural, de cuatro a cinco años", explica el Director de NNEE. Esta diversificación del riesgo también se consigue con socios fiables, es decir, con la inversión conjunta con otras grandes compañías como Shell, BP, Chevron, BASF, etc. "Esta práctica es muy compartida en el sector; de hecho, estamos en constante contacto e intercambio de puntos de vista. Prueba de ello es la reciente inversión de un millón de euros por parte de Shell en nuestra participada Principle Power".

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Windfloat, primera plataforma flotante semisumergible para generar electricidad en alta mar.

Generación de Negocios Emergentes

"En Repsol tenemos la obligación y la responsabilidad de mirar al futuro, de anticiparnos a los cambios. Si antes hablábamos de innovación tecnológica, hay otro tipo de innovación donde también tenemos que estar presentes: la disrupción en los modelos de negocio tradicionales. Es decir, tenemos que entender hacia dónde se dirige el futuro y saber dónde y cómo vamos a contribuir como compañía". Para ello, es necesario realizar posicionamientos tempranos en negocios emergentes en los que Repsol todavía no está presente.

Estos nuevos modelos de negocio pueden estar relacionados con la operativa habitual de la compañía o no. En el primer caso, tenemos, por ejemplo, la gestión del agua en los complejos industriales, un negocio que, por necesidad, se está generado internamente, pero que quizás pueda ser comercializarlo externamente.

En este desarrollo de modelos internos, la unidad de NNEE está para ayudar a los negocios en el proceso inicial de incubación de la idea, estudios de mercado, modelización del modelo de negocio, estudio de potenciales clientes, etcétera. Luego cada negocio desarrollará y pondrá en marcha el nuevo modelo de negocio.

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Scutum, nuevo concepto de scooter eléctrico con baterías extraíbles y transportables.

 

Es muy importante racionalizar la inversión en las start-ups, siempre con el foco puesto en los retos de la compañía

GESTIÓN DE PARTICIPADAS

Entre los objetivos de Negocios Emergentes está el apoyo al desarrollo de empresas que, por su alto contenido tecnológico, pueden ofrecer oportunidades de presente y de futuro.
Ejemplo de ello es nuestra participación en Principle Power, empresa estadounidense desarrolladora y propietaria de la tecnología Windfloat, la primera propuesta mundial de plataformas flotantes semisumergibles para generar electricidad en alta mar. O en Graphenea, empresa española fundada en 2010 en San Sebastián para explotar el potencial del grafeno como material de futuro y líder mundial en la fabricación de grafeno mediante chemical vapour deposition (CVD).
Por su parte, la participación en Scutum nos permite formar parte de un nuevo concepto de scooter eléctrico, basado en una plataforma eléctrica con baterías extraíbles y transportables.

 

 

Nuevos modelos de movilidad urbana

Por otra parte, "existen disrupciones externas en el mundo de la movilidad donde también es necesario estar presente, un sector clave para Repsol, porque nuestros clientes nos demandan energía para moverse", explica el Director de NNEE.

Por ello, si surge una nueva forma de movilidad, Repsol tiene que estar al corriente y conocerla de primera mano. Es lo que sucede con la movilidad en las zonas urbanas: está cambiando. La movilidad eléctrica, la movilidad en dos ruedas, el carsharing eléctrico… Por ello, desde 2010, Repsol participa en IBIL, empresa creada al 50% entre Repsol y el EVE (Ente Vasco de la Energía), con el objetivo de proporcionar un servicio integral de recarga de coches eléctricos basado en energía 100% renovable, a través de instalaciones y terminales inteligentes, y de un centro de control de la infraestructura único en sus características.

IBIL es el primer gestor de carga de vehículos eléctricos inscrito en la CNMC (Comisión Nacional del Mercado de la Competencia) que proporciona servicios de recarga en el ámbito privado (en garajes particulares y en empresas) y en el público (en aparcamientos públicos, aparcamientos disuasorios, centros comerciales, vías públicas, estaciones de servicio, etc.).

Cinco años después de su creación, IBIL es el primer gestor de carga, líder, entre otras cosas, en la recarga rápida en España.
Por otra parte, el carsharing corporativo de Repsol ofrece a todos nuestros empleados de Madrid la posibilidad de disponer de un servicio de coches eléctricos que funcionan con electricidad 100% renovable, lo que les permite realizar sus desplazamientos laborales con vehículos “cero emisiones”. Más de 300 empleados ya han hecho uso de este servicio. Pero, además, IBIL ya está ofreciendo este modelo de negocio a otras grandes compañías.

Y si hablamos de movilidad sobre dos ruedas, Repsol participa desde 2014 en Scutum, empresa que se dedica al diseño, producción y venta de scooters eléctricos. ¿La innovación? Es un nuevo concepto de scooter eléctrico con el que el usuario puede extraer y transportar la batería para recargarla en su casa.

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Más de 300 empleados de Repsol ya han hecho uso del carsharing corporativo en sus desplazamientos laborales.

 

15 personas trabajando por un futuro mejor

Es hora de despedirnos del equipo de personas que hacen posible la unidad de Negocios Emergentes de Repsol y, aunque no pueden desvelarnos nada, sabemos que los dejamos investigando nuevas tecnologías y aplicaciones que permitan a la compañía captar y capitalizar la innovación externa; generar negocios sostenibles a largo plazo; y comercializar toda la innovación generada en la casa, desarrollada internamente o adquirida.

Porque, en definitiva, sea cual sea la forma que adopte la innovación, tecnológica o de modelo de negocio, este equipo de 15 personas está trabajando con la mirada puesta en el mañana para que Repsol cumpla su visión: anticiparse en la construcción de un futuro mejor a través del desarrollo de energías inteligentes.

Sea cual sea la forma que adopte la innovación, tecnológica o de modelo de negocio, Repsol está presente

VALORIZACIÓN DE LA TECNOLOGÍA

La tercera herramienta utilizada por Negocios Emergentes va ligada a la capacidad de innovar de Repsol y de ir un paso más allá. HEADS¿Por qué no vender en el mercado aquellas tecnologías propias cuya comercialización a terceros no supone una desventaja competitiva para la compañía? De esta forma, esta tecnología no solo le reporta valor por su explotación interna, sino también un retorno en forma de ingresos a través de su venta a terceros.

HEADS es el mejor ejemplo de ello. Se trata de una tecnología pionera en la industria, desarrollada por Repsol e Indra, que permite detectar de forma temprana la presencia de hidrocarburos en la superficie marina, con la importancia que ello supone para disminuir el impacto medioambiental en caso de incidencia. Hoy, HEADS se encuentra en proceso de patente y se comercializa en el mercado.