Alimentos HOT: suben la temperatura en invierno pero no la báscula
La buena alimentación busca el equilibrio entre las sensaciones, las tradiciones y las recomendaciones de las autoridades sanitarias. En invierno, esa receta suele incrementar su contenido calórico en demasiadas ocasiones, como respuesta a las bajas temperaturas y a las preparaciones de toda la vida. Sin embargo (y menos mal), no somos osos obligados a preparar el ciclo de hibernación natural. Gracias al uso de ropa de abrigo y a las soluciones para calentar el hogar (como las que ofrece Repsol), ya no necesitamos como antaño acumular grasa contra el frío y podemos seguir disfrutando de nuestras recetas más sanas y tradicionales.
Como dice el nutricionista y biólogo Juan Revenga en la web Savee.es, el secreto para una alimentación sana, sea verano o invierno, es comer “más vegetales, frutas, verduras y hortalizas, más legumbres y frutos secos; y menos ultraprocesados, carne y derivados cárnicos”. Pero, ¿dónde quedan las sensaciones y las tradiciones? Sea que hablemos de los banquetes navideños o del plato de cuchara de nuestro día a día, es posible elegir ingredientes de temporada y preparaciones que reconcilian nuestro paladar con la estación, elevan la temperatura corporal, nos protegen contra los típicos resfriados y hasta mantienen nuestro peso a raya.
Hablemos de los banquetes navideños o del plato de cuchara de nuestro día a día, es posible elegir ingredientes de temporada y preparaciones que reconcilian nuestro paladar con la estación.
Legumbres
Si hay un superalimento asociado al otoño-invierno es el de las legumbres. Lentejas, judías, garbanzos, ¡incluso soja! Tienen tanta energía y proteínas vegetales (además de fibra) que añadir carnes procesadas se vuelve superfluo. Una opción healthy puede ser guisarlas con carnes magras o, para una versión marinera, con pescados blancos. El uso del pimentón es una buena solución también para conservar ese gusto tradicional sin necesidad de abusar del chorizo.
Frutas y verduras
Las frutas cítricas como las naranjas o las mandarinas, pero también el kiwi, además de ser un delicioso tentempié de temporada, nos ayudan a fortalecer el sistema inmunológico gracias a su alto contenido en Vitamina C. Este componente también lo podemos disfrutar en preparaciones calientes con verduras como espinacas, acelgas, brócoli y coles de Bruselas, que llenan ahora nuestros mercados de proximidad.
Caldos, cremas y purés
"Olla todos los días, a un santo cansaría”, dice el refranero popular. Pero lo cierto es que aunque las sirvamos en el mismo bol que nos calienta las manos, sopas, cremas y purés son preparaciones de una variedad infinita. Todo depende de los ingredientes que elijamos, los tropezones y toppings con los que las alegremos (miso, tofu, frutos secos) y las especias para aderezar (la pimienta, el comino y el tomillo tienen propiedades antigripales).
Jengibre y picantes
¿Quién no se ha comido por error (o queriendo) una guindilla y ha acabado sudando sin moverse de la silla? No es cuestión de apagar la calefacción y ponerse tibios a picante. Pero lo cierto es que podemos aprovechar el efecto de la capsaicina (componente activo de los pimientos picantes) para elevar naturalmente la temperatura de nuestras recetas. El jengibre tiene efectos parecidos, es rico en antioxidantes, la medicina tradicional china lo usaba por sus propiedades antiinflamatorias y hasta lo recomienda para prevenir los resfriados.
Frutos secos
Los frutos secos están tan presentes en nuestra dieta que incluso el turrón de cacahuete se está volviendo popular. Conocemos sus grandes propiedades tanto como su alto contenido calórico y nos pueden ayudar a superar ese pico de hambre a media tarde o esa escapada senderista de invierno. Pero la estación parece leernos el pensamiento healthy y nos ofrece una alternativa más: la castaña, con muchas de las características de los frutos secos, rica en potasio, fósforo, tiamina y vitamina B6, pero también en fibra, lo que garantiza su poder saciante.
Chocolate
Tal vez no sea una preparación para todos los días, pero en esas ocasiones en las que las infusiones han empezado a aburrirnos, una buena taza de chocolate caliente, moderadamente azucarado y mejor si es negro, nos puede dar ese plus de felicidad que necesitamos para superar el crudo invierno.
Y como no hay alimentación sin receta, los compañeros de Guía Repsol y el obrador Acid Bakehouse, Solete Guía Repsol, nos traen una especialmente navideña para que pasemos un invierno dulce y divertido: las galletas de jengibre. ¡Irresistibles!