El hidrógeno renovable tiene su propio Guggenheim en Bilbao
“Las ciudades tienen que tener iconos. Bibliotecas, hospitales, museos. Dentro de 100 años, la gente los verá y dirá: ‘¿Qué es eso?’. Y pensará: ‘Es arte’.” La frase es de Frank Gehry, creador del Museo Guggenheim de Bilbao, y se podría aplicar también al Corredor Vasco del Hidrógeno, la iniciativa promovida por Petronor y Repsol a la que se han sumado ya 80 entidades y que aglutina una inversión total de 1.431 millones de euros.
El hidrógeno renovable es clave en la transición energética gracias a sus aplicaciones en la industria y la movilidad
Ahí los Mark Rothko, Louise Bourgeois o Eduardo Chillida son los electrolizadores que se van a desarrollar en el puerto de Bilbao y su entorno, un ‘palabro’ que nombra a las plantas que producen hidrógeno renovable por electrólisis, la división de la molécula del agua (H2O) aplicando energía eléctrica de origen renovable como la eólica o fotovoltaica. Este hidrógeno renovable es clave en la transición energética gracias a sus múltiples aplicaciones en la industria. Pero sobre todo, por su futuro uso en el transporte, a través de la pila de hidrógeno (una tecnología aún en proceso de optimización) o de los combustibles sintéticos. “Es el punto donde pivotan todas estas nuevas soluciones alrededor de la descarbonización de la movilidad”, confirma Javier Aríztegui, gerente de Transición Energética y Movilidad de Repsol, con el objetivo de ser una compañía con cero emisiones netas en 2050.
Pero, ¿qué son estos combustibles sintéticos? Surgen de unir hidrógeno renovable con CO2 retirado de la atmósfera. Al ser consumidos en cualquier motor, no sumamos nuevos gases de efecto invernadero a la atmósfera y por esa razón se califican “de cero emisiones netas”. “Se están generando gasolinas de origen sintético, queroseno de origen sintético y gasóleo de origen sintético”, cuenta Dolores Cárdenas, advisor en diseño de producto en el área de Movilidad y Transición Energética de Repsol Technology Lab. “Estamos produciendo de manera sintética, de manera renovable, lo que hoy tenemos de manera fósil”, señala. Esto significa que en el medio plazo habrá aviones, barcos, camiones y hasta turismos que podrán seguir volando, navegando o transitando por nuestras carreteras sin necesidad de dar el salto a la movilidad eléctrica, bien porque tecnológicamente aún no sea posible, bien porque a nivel cotidiano resulte más eficiente.
Por ejemplo, al respecto de la aviación, la Unión Europea ha propuesto porcentajes obligatorios de uso de estos combustibles: un 0,7% para 2030, un 8% en 2040 y del 28% en 2050. Para cumplirlo hay todavía un camino investigador que recorrer, liderado en Repsol por su Technology Lab de Móstoles. “A futuro veremos que se van incorporando nuevas formas de energía, pero no por eso van a desaparecer las que estaban”, opina Aríztegui sobre lo que acertadamente llamamos ‘transición energética’. “Desde Repsol siempre sostenemos que tenemos que poner sobre la mesa todas las soluciones disponibles y cada usuario irá eligiendo la que mejor le convenga en función de sus necesidades. Es un mensaje importante, porque no hay una solución única”.
El primer electrolizador del Corredor Vasco del Hidrógeno, con una capacidad de 2,5 MW (el consumo de una ciudad de 5.000 habitantes) se pondrá en marcha en 2022. Dos años después arrancará otro de 10 MW, que producirá hidrógeno renovable para abastecer la planta de Repsol de combustibles sintéticos de cero emisiones netas, una de las mayores del mundo. Y en 2025 se pondrá en marcha un tercer electrolizador, en este caso de 100 MW, para abordar el proceso de descarbonización de Petronor y alimentar las necesidades del resto del proyecto vasco.
Además, la compañía planifica instalar un electrolizador en el Complejo Industrial de Cartagena, con capacidad también de 100 MW, dentro de la Plataforma del Hidrógeno Verde de la Región de Murcia en torno al Valle de Escombreras. Y el pasado mayo la multienergética se sumó como uno de los principales impulsores al Valle del Hidrógeno de Cataluña con el objetivo de construir un electrolizador de 150 MW. Repsol tiene la ambición de liderar el mercado de hidrógeno renovable en la Península Ibérica, donde ha manifestado su intención de instalar una capacidad de 552 MW en 2025 y alcanzar los 1,9 GW en 2030.