El viraje renovable del transporte pesado: la apuesta de Repsol por una logística sostenible
Con 360.000 conductores de camiones recorriendo una media de 500 kilómetros diarios para abastecer los mercados españoles y europeos, el sector del transporte pesado por carretera es un pilar fundamental de la economía (genera un 4,8% del PIB y proporciona empleo directo a unas 600.000 personas) y un actor principal en la movilidad de mercancías, siendo responsable del 97% del transporte de carga en la península Ibérica.
Prácticamente todos los bienes consumidos en España son transportados por carretera, y la demanda de este servicio ha experimentado un crecimiento constante durante las últimas dos décadas. Su camino hacia la descarbonización no empieza ahora y la eficiencia de los camiones lleva años mejorando, llegando a descender el consumo de combustible en un 20%. Pero este avance se ha visto superado por el incremento en el número de unidades para servir a un país como España, que no cuenta con grandes ríos navegables o un transporte ferroviario de mercancías plenamente desarrollado.
El sector del transporte pesado genera un 4,8% del PIB español y proporciona empleo directo a unas 600.000 personas
Esta circunstancia resalta la necesidad urgente de buscar alternativas sostenibles, entre las que destacan los combustibles renovables, obtenidos de residuos como los aceites vegetales usados. Operadores como los grupos Alsa y Sesé ya han comenzado a implementar en colaboración con Repsol estos carburantes en sus rutas, aprovechando su compatibilidad total con los motores de combustión actuales y su capacidad para ser distribuidos a través de la red de estaciones de servicio. La compañía ya ha servido en sus distintas alianzas con empresas de movilidad y logística cinco millones de litros de combustibles renovables, lo que ha evitado aproximadamente la emisión de 13.000 toneladas de CO2.
Vídeo: alianza de Repsol y el Grupo Sesé para el uso de combustibles renovables
Repsol se ha posicionado como un actor pionero en España y Europa en la transición hacia los combustibles renovables, planificando una producción de hasta 2,7 millones de toneladas de estos combustibles para 2030, sobre todo gracias a la puesta en marcha en 2024 del complejo industrial de Cartagena, y del de Puertollano un año después.
Este volumen sería suficiente para cubrir cerca del 35% de las necesidades de la flota nacional de vehículos pesados y marcará un hito en el esfuerzo por reducir las emisiones de CO2. La distribución es otro de los retos de la compañía, que ya cuenta con un centenar de estaciones de servicio en España y Portugal que suministran carburantes 100% renovables en los principales corredores de transporte, una cifra que espera multiplicar para superar las 600 EE.SS. a finales de 2024 y las 1.900 en 2027.
Las voces del sector y los combustibles renovables
La transición hacia una economía baja en carbono implica un abordaje de múltiples frentes con la neutralidad tecnológica por bandera. Voces del sector claman por un enfoque que contemple la diversidad de soluciones. Un manifiesto lanzado en noviembre de 2023 por 48 entidades españolas (desde la industria de la automoción, el transporte de mercancías y viajeros por carretera hasta los cargadores y el sector de producción, logística y distribución de combustibles renovables) apostaba por estos carburantes renovables porque “proporcionará una mayor seguridad ante las perturbaciones del mercado, los aumentos de los costes para los consumidores, los riesgos para el empleo y la escasez de cualificaciones; así como la capacidad de avanzar con rapidez en este periodo de transición de una forma eficiente”.
La necesidad de una regulación que abarque todas las soluciones energéticas existentes es un eco constante en las declaraciones de líderes de la industria y expertos, quienes subrayan la importancia de una transición energética realista y basada en la colaboración entre el sector público y privado. Así se pudo comprobar en la jornada Descarbonización del transporte pesado, ¿oportunidad o riesgo para la competitividad de España?, celebrada en diciembre de 2023 y organizada por distintos actores del sector.
En el encuentro, Ignacio Pérez-Carasa, de ALSA, reconoció que para “la descarbonización de flotas no urbanas será necesario contar con combustibles neutros en carbono”. Y el director de Ingeniería Avanzada del fabricante Iveco, Jaime Sánchez, reclamó “una coordinación entre las normativas, que se ajusten a la realidad y que el sector pueda ser sostenible desde el punto de vista medioambiental, pero también económico y social“.
Este escenario nos lleva a reflexionar sobre el futuro del transporte pesado en España y en Europa, un futuro que requerirá de la innovación, la determinación y el compromiso colectivo para superar las barreras existentes y avanzar hacia una movilidad sostenible y competitiva. Repsol, con su visión y proyectos en curso, se erige como un actor clave en este esfuerzo, promoviendo un cambio que beneficiará al sector del transporte y la sociedad en su conjunto en la lucha contra el cambio climático.
Los aliados de Repsol para un trasporte pesado sostenible
Repsol se ha aliado con el Grupo Sesé, operador logístico con una flota de más de 3.000 vehículos y actividad en 20 países, para impulsar los combustibles renovables en el transporte de mercancías. En una iniciativa pionera, diez camiones emplearon un millón de litros de HVO, combustible renovable derivado de residuos como aceites vegetales usados y grasas animales que cumple con las exigencias de sostenibilidad de la Unión Europea y puede utilizarse en los vehículos sin modificaciones. Héctor Cebrián, del Grupo Sesé, ha destacado la eficiencia de los combustibles renovables como solución realista para reducir las emisiones de CO2 en el transporte pesado: “Tienen un rendimiento similar a los carburantes actuales y la relación entre su coste y la tonelada de CO2 reducida es muy competitiva".
Serveto, en colaboración con Repsol, ha lanzado una prueba piloto con combustible renovable, dando un paso adelante en su compromiso por una logística sostenible. Esta iniciativa busca minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero mediante el uso de un combustible producido a partir de residuos vegetales, agrícolas y forestales, que ofrece la ventaja de ser cero emisiones netas. Según Pablo Lorente, director de operaciones de Serveto, este paso hacia el combustible renovable permite a la empresa reducir significativamente su huella de carbono, cumpliendo así con sus objetivos ambientales sin requerir inversiones adicionales en la flota, gracias a la compatibilidad del combustible con los motores diésel convencionales.
Carreras, junto con Grupo Saica y Repsol, inició un proyecto pionero en Madrid para impulsar el uso de biocombustibles avanzados en su operación de Recuperación y Valorización de residuos. Este esfuerzo, dividido en dos fases, busca evaluar las mejoras ambientales derivadas de la utilización de estos combustibles renovables, producidos a partir de materias primas como residuos agrícolas y forestales, entre otros. Este proyecto se alinea con los objetivos de descarbonización del transporte, promoviendo una economía circular y la lucha contra el cambio climático mediante la reducción de emisiones de CO2 de manera eficiente en costes.
El Grupo Rhenus, especialista mundial en logística, y Grupo Bosch, líder en tecnología y servicios, han empezado a reducir sus emisiones de transporte por carretera mediante el uso de combustible renovable de Repsol. Esta iniciativa, que incluye la puesta en circulación de dos vehículos propulsados por este carburante en un trayecto diario entre el hub operativo de Rhenus en Irún y las fábricas de Bosch en Aranjuez y Madrid, refleja el compromiso de ambas empresas con la sostenibilidad y la descarbonización del sector del transporte. Este combustible, un biocombustible avanzado y 100% renovable producido a partir de residuos orgánicos, no requiere modificaciones en la flota y cumple con las certificaciones de sostenibilidad de la UE.