El coche eléctrico: mitos y realidades

Foto2: Eléctricos
Usuario gestiona con Waylet su recarga eléctrica en una estación de servicio de Repsol.

La electrificación del transporte en España avanza con paso firme y los mitos que a veces rodean al coche eléctrico van perdiendo peso. Con una red de recarga en crecimiento y mejoras tecnológicas continuas, el coche eléctrico se posiciona como una alternativa sólida para los desplazamientos, también los invernales y en las vacaciones navideñas. Este artículo explora varios de los mitos más comúnmente asociados al coche eléctrico en España. 

Repsol
Usuario gestiona con Waylet su recarga eléctrica en una estación de servicio de Repsol.
Modelos de gama media y alta ofrecen entre 400 y 600 kilómetros con una sola carga, una cifra que se considera suficiente para realizar la mayoría de los viajes nacionales sin problemas

Mito 1: la autonomía es insuficiente para viajar largas distancias

El miedo a quedarse sin batería es uno de los factores que más frena a los conductores potenciales de coches eléctricos, especialmente cuando se trata de trayectos largos. A pesar de la percepción general, los vehículos eléctricos actuales han experimentado un avance notable en la autonomía. En pocos años hemos pasado de los apenas 150 o 160 kilómetros de autonomía homologada de las primeras generaciones hasta los más de 500 kilómetros actuales. Actualmente una decena de coches de alta gama se publicitan con autonomías de entre 600 y más de 700 kilómetros. Christian Costaganna, consejero director general de Nissan en España, asegura que “el consumidor tiene que saber que la autonomía de los vehículos eléctricos ha aumentado sustancialmente y ya se puede viajar sin problemas de batería”.  

Es importante tener en cuenta que, además, para los trayectos largos, muchos modelos cuentan con sistemas de navegación que optimizan el uso de energía, sugiriendo rutas eficientes y puntos de recarga cercanos. También se puede utilizar Waylet, la app de Repsol, que permite localizar y reservar puntos de recarga en sus estaciones de servicio, acceder a descuentos y gestionar todo el proceso de manera sencilla.   

Mito 2: la red de recarga no es adecuada para la cantidad de coches eléctricos

Otro de los mitos recurrentes es que en España no hay suficientes puntos de recarga para cubrir las necesidades del parque de vehículos eléctricos. Sin embargo, la realidad es que la infraestructura de recarga ha crecido significativamente en los últimos años. Según la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), actualmente existen en el país 37.136 puntos de recarga, un 35% más que el año anterior, con un uso medio de entre el 4 y 6 por ciento, lo que indica que la capacidad es suficiente para la demanda actual.

Javier Izquierdo, director técnico de AEDIVE, explica que “en cuanto a puntos de recarga estamos muy bien para el volumen de coches que hay. (…) El usuario tiene que ser consciente también de que, en cierta medida, el coche eléctrico es como el móvil, cuando está parado es el momento propicio para cargarlo”. España ocupa el sexto lugar en despliegue de puntos de recarga pública en la Unión Europea, lo que permite que tanto en las ciudades como en los ejes principales de carretera los conductores encuentren opciones de recarga sin grandes dificultades. 

“En temperaturas bajas, todas las baterías de los vehículos, incluidas las de los automóviles tradicionales, pierden eficiencia, pero la influencia es moderada y las condiciones de conducción tienen un mayor impacto”

 

Mito 3: la recarga lleva demasiado tiempo

Aunque los coches eléctricos requieren más planificación a la hora de recargar, los tiempos se han reducido drásticamente en los últimos años, gracias a la incorporación de puntos de carga rápida y ultrarrápida. Según AEDIVE, España cuenta con 8.563 puntos de recarga rápida y 4.255 de ultrarrápida. Estos puntos de alta potencia están disponibles en estaciones estratégicas de la red de carreteras y en zonas de servicio, lo que facilita a los conductores realizar recargas rápidas en sus desplazamientos. 

La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) considera que, para cumplir con las necesidades de los usuarios, el 51% de los puntos debería ofrecer potencias superiores a 22 kW para 2024. Actualmente, solo el 29% de la infraestructura de recarga de acceso público supera esta cifra, según su Barómetro de la Electromovilidad del tercer trimestre del año. Esta situación subraya la necesidad de un mayor despliegue de puntos de alta capacidad para reducir los tiempos de recarga y facilitar la operatividad de vehículos de mercancías y pasajeros.

Mito 4: las bajas temperaturas afectan drásticamente a la autonomía

Una preocupación recurrente es que el invierno afecte de forma significativa la autonomía del vehículo eléctrico. No obstante, diversos estudios internacionales han demostrado que, aunque las temperaturas bajas pueden influir ligeramente en el rendimiento de las baterías, esta reducción es moderada y no supone un problema insalvable. Tal y como explica el Departamento de Energía de Estados Unidos, “en temperaturas bajas, todas las baterías de los vehículos, incluidas las de los automóviles tradicionales, pierden eficiencia, pero la influencia es moderada y las condiciones de conducción tienen un mayor impacto”.  

La experiencia de Noruega, donde los coches eléctricos representan el 82% de las ventas totales en 2023, demuestra que esta tecnología puede adaptarse perfectamente a climas fríos. En el contexto español, las temperaturas de invierno son más suaves, lo que garantiza que los efectos sean aún menores en comparación con los países nórdicos. En conclusión, el rendimiento en condiciones de frío es equiparable al de los vehículos de combustión, por lo que no existe motivo para temer que el invierno reduzca drásticamente la operatividad de un coche eléctrico.

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Instalación de nuevos puntos de recarga en España

A pesar del avance en el número de puntos de recarga instalados, el sector eléctrico y los operadores de recarga enfrentan desafíos administrativos para activar estos puntos y ponerlos en funcionamiento. Félix García, director de comunicación de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), comenta: “Es necesario agilizar y reducir la burocracia. No es normal que se tarde más de 18 meses en otorgar la aprobación para que un punto de recarga instalado se pueda conectar a la red eléctrica o se ponga en funcionamiento”. En este sentido, la asociación ha solicitado al Gobierno que implemente un centro estatal encargado de gestionar el desarrollo de la infraestructura de recarga en todo el país. 

Carlos Bermúdez, de Repsol, también hace hincapié en la importancia de una infraestructura de recarga pública eficiente, señalando que “actualmente tenemos más de 2.500 puntos de recarga de acceso público instalados, de los cuales solo 1.900 están activos. Actualmente, activar un punto de recarga en España nos está llevando, de media, unos 15 meses, mientras que la ejecución de la obra nos lleva únicamente entre tres y cuatro semanas”. Este retraso afecta tanto a operadores como a conductores, que necesitan una red amplia y accesible para facilitar la transición hacia una movilidad más eficiente. 

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