Combustibles renovables: cuando volar también puede ser sostenible
Volar es uno de los verbos del verano. Durante las vacaciones es común que la población viaje más. Pero surcar los cielos hacia diferentes destinos también tiene un impacto ambiental. Según cifras oficiales de organismos internacionales, la aviación es responsable del 2% de las emisiones globales de CO2, así como de otras emisiones que contribuyen al calentamiento global.
Por esa razón, la Unión Europea se ha marcado como uno de sus objetivos para luchar contra el cambio climático impulsar la oferta y la demanda de combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés), hasta alcanzar en 2050 una cuota de consumo del 70 %.
En el lado de la oferta, Repsol está desempeñando un papel importante en esta transición hacia una aviación más sostenible con el desarrollo y producción de combustibles renovables, sean estos biocombustibles avanzados o combustibles sintéticos. Y desde el lado de la demanda, sus acuerdos con aerolíneas líderes refuerzan su compromiso con la reducción de emisiones y la promoción de un transporte aéreo más respetuoso con el medio ambiente.
Según cifras oficiales de organismos internacionales, la aviación es responsable del 2% de las emisiones globales de CO2
El más reciente ha sido con Ryanair, con el objetivo de fomentar el uso de combustibles renovables en España y Portugal. La compañía multienergética facilitará a la aerolínea el acceso a un máximo de 155.000 toneladas de SAF entre 2025 y 2030, equivalente a más de 28.000 vuelos de Dublín a Madrid, con una reducción aproximada de 490.000 toneladas de emisiones de CO2.
Para Valero Marín, director general de Cliente de Repsol, “este acuerdo de colaboración con Ryanair, la aerolínea de pasajeros líder en Europa, refuerza nuestro compromiso con el sector de la aviación y es un paso más de la apuesta de Repsol por los combustibles renovables. Un sector como el de la aviación necesita de soluciones como los combustibles SAF para un proceso de descarbonización como el que nos encontramos. Además, consolida nuestra posición como empresa multienergética con el objetivo de lograr cero emisiones netas en el año 2050”.
Vídeo: Combustibles renovables: una alternativa para la descarbonización del transporte
Revolución renovable en la aviación
Anteriormente, Repsol hizo historia en la descarbonización del sector aéreo de la mano de Iberia, al realizar en 2021 el primer vuelo con biocombustible producido en España a partir de residuos. Fue con un avión Airbus A320neo, uno de los aviones más eficientes del mundo, con capacidad para 180 pasajeros. El vuelo, entre Madrid y Bilbao, logró evitar la emisión de 1,4 toneladas de CO2 a la atmósfera gracias al uso de biojet y a la mejora de la eficiencia en el consumo que aporta la aeronave.
Un año después, ambas compañías lograron otro hito: un vuelo intercontinental con combustible producido a partir de residuos. Fue un Madrid - Washington operado con un Airbus A330-200, con capacidad para 288 pasajeros, que obtuvo una reducción de emisiones a la atmósfera de 125 toneladas de CO2.
Otra aerolínea del grupo IAG, Vueling, se inició también en 2021 en el uso de combustibles renovables de la mano de Repsol, con un vuelo entre Barcelona y Sevilla que logró reducir las emisiones a la atmósfera en 2,5 toneladas de CO2.
Vídeo: Biocombustibles Repsol para vuelos más sostenibles
Un transporte renovable
Detrás de todos estos acuerdos está la necesidad de descarbonizar la industria aérea, pero también la voluntad pionera de Repsol en la fabricación de combustibles renovables para todos los sectores del transporte. Con la producción de este tipo de carburantes en sus complejos industriales, la compañía se ha anticipado a las diferentes medidas que la Unión Europea ha establecido para fomentar el uso de los combustibles sostenibles de aviación.
Desde 2018, la compañía cuenta con una estrategia de economía circular que se materializa en más de 230 iniciativas y la ambición de utilizar tres millones de toneladas de residuos anualmente en 2030 como materia prima para sus productos. Estos combustibles renovables, además, apoyan la estrategia de Repsol de transformación de los centros industriales españoles.
“Tenemos proyectos en todas nuestras refinerías y tenemos dos hitos destacables”, explica Berta Cabello, directora de Combustibles Renovables de Repsol, "nuestra planta de producción exclusiva 100 % de biocombustibles de residuos en Cartagena, que tendrá flexibilidad para maximizar los combustibles de aviación. Y la planta de combustibles sintéticos en la refinería de Bilbao, que a partir de CO2 e hidrógeno renovable producirán también combustibles compatibles con la flota actual y los sistemas logísticos".
La planta de Cartagena, la primera de biocombustibles avanzados de España, se pondrá en marcha a finales de 2023 y tendrá una capacidad de producción a partir de residuos de 250.000 toneladas anuales, válidas para coches, camiones y aviones. Y en el puerto de Bilbao, en las inmediaciones de la refinería de Petronor, la compañía pondrá en marcha en 2025 una de las mayores plantas del mundo de combustibles sintéticos, que utiliza hidrógeno renovable y CO2 como materias primas.
Durante los próximos años, los combustibles renovables serán la opción más segura y eficiente para reducir las emisiones en el transporte aéreo. Al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentar la innovación tecnológica, estos combustibles desempeñan un papel crucial en la transición hacia un transporte por los aires más sostenible y en la lucha contra el cambio climático.
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