
Motores industriales que aceleran el pulso de Repsol: Tarragona y Puertollano

Repsol acelera su transformación industrial con varios motores repartidos por la geografía española. La Ecoplanta de Tarragona y la futura planta de combustibles 100 % renovables de Puertollano confirman la hoja de ruta trazada en el Plan 2021-2025, y prolongan el hito de la planta de combustibles 100% renovables de Cartagena, la primera a gran escala de la península ibérica. Estos proyectos muestran cómo Repsol está transformando sus complejos industriales en polos multienergéticos, capaces de tratar materias primas de diferente naturaleza y fabricar productos de baja huella de carbono, como combustibles renovables y materiales circulares. Además, confirman su compromiso con la industria española, con inversiones que impulsan la reducción de emisiones, la innovación tecnológica y el desarrollo económico del país.
Estos proyectos confirman el compromiso de Repsol con la industria española, con inversiones que impulsan la reducción de emisiones, la innovación tecnológica y el desarrollo económico del país
La senda iniciada en Cartagena se ensancha ahora con una inversión superior a 800 millones de euros en la Ecoplanta de Tarragona, cuya puesta en marcha está prevista para 2029. El complejo procesará hasta 400.000 toneladas anuales de residuos sólidos urbanos y las convertirá en 240.000 toneladas de metanol renovable y productos circulares.
Y es que ese metanol se perfila como combustible de bajas emisiones para el transporte marítimo —claves en la ruta europea fijada por la regulación FuelEU Maritime—, como materia prima en la producción de gasolinas y diésel renovables para carretera, y como base para fabricar SAF (Combustible Sostenible de Aviación, por sus siglas en inglés). Además, ofrece una amplia versatilidad en la industria química y la construcción, donde puede sustituir materiales de origen fósil en plásticos, pinturas o adhesivos. El proyecto ha recibido apoyo del Innovation Fund de la Unión Europea y prevé evitar la emisión de 3,4 millones de toneladas de CO₂ en su primera década de operación.
La dimensión social del plan también es palpable: 2.800 puestos de trabajo durante la fase de obra y 340 empleos cuando entre en servicio, cifras que refuerzan el papel histórico del complejo de Tarragona como foco de talento industrial y ahora como polo multienergético. Imaz calificó la iniciativa como “el mejor ejemplo” de inversión industrial que genera empleo y riqueza local.
La segunda planta de combustibles 100 % renovables
En Puertollano, Ciudad Real, Repsol ha destinado más de 120 millones de euros a reconvertir una antigua unidad de diésel en su segunda planta de combustibles 100 % renovables, con puesta en marcha prevista para 2026. La instalación fabricará 200.000 toneladas anuales de HVO (hidrobiodiésel), destinado a la movilidad por carretera y marítima, un combustible renovable que se produce a partir de residuos orgánicos como aceites vegetales reciclados, lo que permitirá evitar hasta 750.000 toneladas de CO₂ cada año.

«La unidad que estamos levantando es un ejemplo de la transformación industrial que acomete la compañía, porque recupera infraestructuras existentes para generar combustibles con menor huella de carbono», destacó Antonio Lorenzo, director del complejo de Repsol, durante la presentación del plan. En la construcción trabajan una media de cien profesionales al día, con picos que superan los 250, y participan hasta ochenta empresas de la comarca, lo que demuestra el impulso directo al tejido productivo local.
El centro industrial de Puertollano lleva más de una década apoyándose en la economía circular para ser uno de los centros industriales más avanzados del sector y consolidarse como un centro referente de Castilla-La Mancha. La planta se beneficia además de un oleoducto de unos 400 kilómetros que enlaza con Cartagena y gracias al cual ya se trasvasan lotes de diésel renovable entre ambos complejos, para garantizar un suministro flexible al mercado peninsular, donde Repsol ya ofrece este nuevo combustible en más de 1.100 estaciones de servicio.
Inversión industrial en Palencia
La innovación industrial de Repsol en España se completa en Palencia, donde una inversión de 2,5 millones de euros incorpora una línea que eleva un 33 % la capacidad de la fábrica de especialidades. Allí se producen perlas de parafina: pequeños gránulos de cera altamente purificada que se funden sin residuo y confieren propiedades hidrófobas, adhesivas o de acabado brillante. Son esenciales en la fabricación de neumáticos de altas prestaciones, tableros hidrófugos y selladores de construcción, pero también en velas decorativas y excipientes farmacéuticos. La modernización asegura más de treinta empleos cualificados y consolida un laboratorio propio que garantiza la calidad de cada lote, lo que refuerza la cadena de valor en la región.
La descarbonización se sustenta así en la implantación de múltiples tecnologías avanzadas —gasificación de residuos en Tarragona, hidrogenación de aceites usados en Puertollano y eficiencia energética en Palencia— y en la integración de infraestructuras que ya son referencia en la península. Entre construcción y operación, los tres proyectos pueden sumar más de 3.500 empleos directos y desarrollar un efecto tractor sobre decenas de proveedores locales, al tiempo que convierten residuos o subproductos en materias primas de alto valor.
Con Cartagena como precedente y estos tres hitos en marcha, Repsol demuestra que una transición energética justa combina innovación, talento y visión de largo plazo para seguir fabricando bienes esenciales para la sociedad, mantener el empleo industrial y reducir emisiones.

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