Fondo de Emprendedores, el gen ‘startup’ de Repsol

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Contenido 1El mito del garaje está en la base de todo tipo de empresas tecnológicas, desde multinacionales como Apple o Microsoft hasta proyectos de menor escala pero con relevancia e impacto. Es una historia que se escribe también en España y que desde hace 11 años recibe el apoyo del Fondo de Emprendedores de Fundación Repsol.  

El Fondo nació en 2011 con el objetivo de acelerar la innovación tecnológica mediante el impulso y el asesoramiento de startups. Tienen que ser empresas emergentes que trabajen en los retos de la transición energética, como la descarbonización, la economía circular o la digitalización de la industria. Hoy por hoy, tras 175 millones de euros de financiación, el Fondo de Emprendedores se ha convertido en una herramienta esencial en nuestro país para poner en marcha tecnologías disruptivas.  

“Los mentores y la formación que nos dieron en el Fondo de Emprendedores fue la clave para que la compañía siguiera abierta”
 

AEInnova fue en 2014 uno de esos sueños que se convierten en startup gracias al programa. Su presidente, Raúl Aragonés, era entonces profesor investigador en la Universidad Autónoma de Barcelona, tenía dos hijas pequeñas y un grupo de compañeros de laboratorio y academia con grandes ideas. En el garaje de su padre pusieron a prueba su proyecto más innovador: sensores que funcionan de forma autónoma al convertir en electricidad la energía térmica que se genera en cualquier infraestructura industrial. Con ello se consigue una mayor eficiencia energética y mejorar el perfil medioambiental de las instalaciones. Hoy, Aragonés gestiona una empresa de 200.000 euros de facturación (2021).  

“Los mentores y la formación que nos dieron en el Fondo de Emprendedores fue la clave para que la compañía siguiera abierta”, afirma Aragonés. Y es que la tasa de supervivencia de los proyectos acelerados por el Fondo de Emprendedores (60 en sus primeros 10 años de vida) es de un altísimo 76%. Ahora, una nueva tanda de propuestas podrá recorrer también ese camino en la convocatoria de 2022. Tras dos meses de valoración por el comité de selección, en junio se informará de la nómina de elegidos como beneficiarios del programa.   

Albert Einstein dejó dicho que “el genio es un 1% de talento y un 99% de trabajo duro”. Y precisamente ese fue el porcentaje de proyectos innovadores de todo el mundo admitidos en la convocatoria de 2021, el año de su décimo aniversario: de 713 presentados, siete fueron los elegidos. “Esto trata de cooperación, de coger lo mejor de cada uno”, subraya Javier Torres, director de Emprendimiento de Fundación Repsol. “Por su tamaño, las startups son muy ágiles en la toma de decisiones, muy dinámicas, y están teniendo ya un papel fundamental en esta transición energética. Si a eso le unimos todo el poder que le puede dar su colaboración con corporaciones, la apuesta es ganadora”. 

Planta

Mónica de Mier es CEO de Nextmol, otra de esas ‘ideas de garaje’ aceleradas por Repsol. “Empezamos siendo dos personas, el equipo fundador, y ahora ya somos siete; tenemos una cartera de clientes de la cual estamos muy orgullosos, vemos factible progresar y con Repsol como un partner fundamental en todo lo que hacemos”, explica. Su startup ha creado “un laboratorio virtual para el diseño de nuevos productos químicos mediante técnicas computacionales: el modelado molecular y la inteligencia artificial”, expone.  

En Nextmol se investiga virtualmente qué ingredientes químicos son los más adecuados para dar solución a una necesidad o un problema. Es un paso previo que mejora los tiempos y la efectividad de la investigación en laboratorio. Gracias al Fondo de Emprendedores, la startup pudo poner a prueba su proyecto en cooperación con el Repsol Technology Lab, en el campo de los aditivos para lubricantes. Pero su herramienta también está teniendo predicamento en la industria cosmética. “Esperamos cerrar 2021 con una facturación de 300.000 y duplicarla durante este año”, vaticina De Mier.  

El Fondo de Emprendedores no solo aporta recursos económicos. Durante el año de aceleración, las empresas emergentes se benefician de mentoría empresarial y técnica, ponen a prueba su idea en la vida real de una multienergética como Repsol y adquieren una visibilidad de prestigio ante los inversores. Por esa razón, la convocatoria es cada vez más concurrida a nivel internacional y la competición por entrar, mayor. “Buscamos las mejores startups con independencia de dónde procedan”, subraya Torres.