Acción y dividendo: el programa de recompra y amortización de acciones
La tendencia de recompra de acciones, que ganó popularidad en Wall Street en los años 80, continúa expandiéndose en la Bolsa española. Compañías como Repsol la han estado implementando con el objetivo de mejorar la remuneración al accionista y aumentar la rentabilidad de las acciones. Esta estrategia se está convirtiendo en una práctica cada vez más común entre las compañías españolas, reflejando un cambio en cómo las empresas buscan crear valor para sus accionistas.
En julio, la compañía multienergética anunció el inicio de un nuevo programa de recompra de acciones y su amortización para el año 2023. En esta ocasión, se amortizarán 60 millones de títulos, aproximadamente el 4,70% del capital social de Repsol a la fecha de esta comunicación, 10 millones de los cuales provenientes de la autocartera y el resto del programa de recompra. La inversión máxima se ha fijado en los 850 millones de euros. El Programa permanecerá vigente hasta el 15 de diciembre de 2023.
En esta ocasión, se amortizarán 60 millones de títulos, aproximadamente el 4,70% del capital social de Repsol, con una inversión máxima de 850 millones de euros
Al igual que los programas de recompra anteriores, se adquieren parte de las acciones propias para su posterior amortización. Las adquisiciones se realizan a precio de mercado y Repsol no comprará más del 25% del volumen medio diario de las acciones en el centro de negociación en que se lleve a cabo la compra (la empresa se reserva el derecho a finalizar este programa de recompra si se cumplen los objetivos antes de la fecha límite o si concurren otras circunstancias que así lo aconsejen).
Si echamos la vista atrás, esto se traduce en que, en dos años, Repsol habrá retirado del mercado más del 20% de las acciones que tenía en 2021, unos 310 millones de títulos. La medida puede elevar el atractivo de la empresa para los inversores, ya que al reducir el capital social se incrementa la rentabilidad de las acciones.
Con estas medidas, Repsol no solo reafirma su compromiso con la creación de valor para sus accionistas, sino que también refleja una tendencia generalizada en el mercado español. Las recompras de acciones están emergiendo como una herramienta preferida para muchas empresas, ofreciendo una vía indirecta de remuneración a los accionistas y posicionándose como una alternativa estratégica para potenciar la confianza en el mercado.
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