Cómo reciclar el aceite usado puede impulsar la economía circular
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El aceite es más que un simple ingrediente básico en la dieta mediterránea; es un líquido dorado con potencial para protagonizar un segundo acto en el escenario de la sostenibilidad. España genera anualmente unos 350 millones de litros de aceite de cocina usado, y este residuo puede convertirse en un recurso precioso para la economía circular.
Tal como afirma José Miguel Campos, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), "el potencial de la recuperación del aceite usado es muy grande y convertimos un residuo que es contaminante y difícil de tratar en productos sostenibles con utilidad y valor".
En la lucha por mejorar las tasas de reciclaje de aceite en el país, los actores que intervienen varían, desde los restaurantes locales hasta grandes compañías como Repsol. Aunque el sector Horeca (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías) tiene una tasa de reciclaje del 72%, el hogar promedio en España apenas llega al 5%, según cifras de 2022 del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, muy lejos de países de nuestro entorno como Bélgica, con un 58% (Agencia Europea de Medio Ambiente).
Generamos 350 millones de litros de aceite de cocina usado al año, un recurso precioso para la economía circular
Es aquí donde entra en juego la innovación y la colaboración entre entidades públicas y privadas. Repsol y la Comunidad de Madrid han lanzado una iniciativa para recoger aceite de cocina usado en 150 estaciones de servicio, que la compañía energética utilizará para fabricar combustibles renovables. Valero Marín, director general de Cliente de Repsol, subraya que esta acción "refuerza nuestro vínculo con el cliente y ejemplifica nuestro compromiso con la economía circular y con la descarbonización del transporte".
Además, los usuarios de la aplicación Waylet pueden beneficiarse de un descuento de 30 céntimos por litro de aceite de cocina usado entregado en los puntos disponibles, para obtener un descuento en su repostaje o para adquirir otros productos en las más de 3.300 estaciones de servicio de la compañía en España. Ya se han recogido más de 9.000 litros de este residuo.
Galicia, el siguiente paso
La iniciativa, que se extenderá en breve a otras comunidades autónomas de España, como Galicia, no es simplemente una cuestión de responsabilidad ambiental, sino también un modelo de negocio viable y un ejemplo de economía circular. Según Rafael Roldán, investigador de Technology Lab de Repsol, "con el aprovechamiento del aceite usado podemos generar combustibles renovables que son cero emisiones netas y pueden utilizarse en los motores actuales de coches, camiones, aviones o barcos".
Para los restauradores, la responsabilidad ambiental es parte integral de su operación. Susana Muñoz, gerente del restaurante Sala Cinco en Cuenca, recicla el aceite tanto en su negocio como en su hogar, como un acto de "responsabilidad social con el medioambiente".
A este espíritu se suma el restaurante Lienzo de Valencia, que ha implantado un sistema innovador para asegurar que ni una gota de aceite usado llegue al alcantarillado. María José Martínez, chef y copropietaria, destaca su uso de "una máquina decantadora que filtra el agua de fregar los cacharros para retirar todo el aceite residual". Y es que un solo litro de aceite usado puede llegar a contaminar hasta mil litros de agua.
Este esfuerzo no es en vano. José Antonio Alonso, CEO de Sercampo, empresa autorizada de gestión de residuos, subraya la importancia del reciclaje de aceite al referirse a su empresa como una de las pioneras en la recogida del aceite doméstico. “Es un trabajo de hormiguita, porque hasta el aceite de las latas de conserva es reciclable. Lo fácil es tirarlo por el fregadero, pero eso implica un coste medioambiental y económico, además de una pérdida de aprovechamiento de un residuo que tiene una cadena de valor positiva".
Por supuesto, las posibilidades son tan extensas como la imaginación. José Miguel Campos, del CSIC, nos recuerda que además de combustibles renovables, el aceite usado se puede convertir en bioplásticos biodegradables y tensoactivos para detergentes y cremas cosméticas.
El reciclaje del aceite de cocina usado no es solo una medida para proteger el medioambiente, sino también una fuerza motriz para la innovación y el desarrollo sostenible. Las palabras de Roldán resuenan con optimismo: "Estamos transitando hacia una economía circular en la que, reaprovechando estos residuos, ya se generan soluciones y productos de valor para la sociedad". Así, este líquido dorado se convierte en un renovado agente de cambio, dándonos una segunda oportunidad para hacerlo bien por el planeta.
Vídeo: Cómo se recicla el aceite de cocina usado
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