Ayúdame3D: empoderamiento y sostenibilidad a través de la tecnología
"La humanidad está adquiriendo toda la tecnología adecuada por las razones equivocadas", reflexionó el icónico pensador y arquitecto Buckminster Fuller. Pero Ayúdame3D parece haber nacido para llevarle la contraria. Esta startup social con sede en el madrileño barrio de Villaverde ha logrado vincular tecnología, solidaridad y sostenibilidad de una manera sorprendentemente efectiva. ¿Su objetivo? producir brazos protésicos generados con impresoras 3D.
La historia de Ayúdame3D comienza en Kenia, durante un viaje de voluntariado de su fundador, Guillermo Martínez. Este joven ingeniero industrial usó su expertise en impresión avanzada para crear un brazo protésico especial para personas que carecen de esta extremidad. "Cuando probamos los prototipos en Kenia, todo funcionó tan bien que supe que no podía detenerme allí", relata Martínez. Esta innovación suplió un vacío en el mercado de prótesis, ofreciendo una solución para aquellos que no tenían opciones asequibles. "Ese fue el punto de partida para fundar Ayúdame3D", recuerda.
Esta startup social ha logrado vincular tecnología, solidaridad y sostenibilidad de una manera sorprendentemente efectiva a través de la impresión 3D
Esta visión dio origen a las trésdesis, prótesis impresa en 3D, resistentes y de bajo mantenimiento. Las experiencias de quienes han recibido estos modelos son inspiradoras. Como Philip, un profesor keniano, que comenta: "Es maravilloso tener esta ayuda en Kenia, que aquí es difícil conseguir. Ahora puedo coger un libro y una tiza a la vez mientras doy clase". O Consolación, una madrileña de 86 años, que gracias a la ligereza de estas prótesis puede comer, beber y peinarse por sí misma.
El secreto detrás de estas prótesis revolucionarias, que ya han transformado las vidas de más de 500 personas, es la impresión 3D. Utilizando materiales plásticos como PLA (un poliuretano biodegradable) y TPU (poliuretano termoplástico), la ONG fabrica dispositivos personalizados, adaptados a las especificaciones individuales de cada beneficiario.
Además, esta startup social colabora con Repsol, Elix Polymers y el Centro Tecnológico Leitat para reciclar 4.000 piezas de plástico ABS (acrilonitrilo butadieno estireno, un termoplástico reciclable) extraídas de las carcasas de monitores de ordenador desechados por la compañía energética. Estas han sido tratadas hasta lograr un filamento plástico válido para la impresión, que Ayúdame3D va a convertir en brazos protésicos. Esta iniciativa de economía circular resalta las posibilidades del reciclaje y la reutilización, al tiempo que amplía el alcance de las trésdesis.
Vídeo: Impresión 3D al servicio de las personas
"Las posibilidades que ofrece el plástico, cuando se procesa eficientemente, son asombrosas. Estamos dando una segunda vida a estos materiales, y al mismo tiempo, proporcionando una nueva vida a quienes necesitan estas prótesis", enfatiza Martínez.
El éxito y alcance global de Ayúdame3D no sería posible sin una red de más de 100 colaboradores, llamados Helpers3D. Estos voluntarios tecnológicos proporcionan sus impresoras 3D domésticas para fabricar prótesis, extendiendo la capacidad de la ONG para ayudar a más personas en más de 50 países, de los citados Kenia y España a México o Ucrania.
Ayúdame3D no se detiene simplemente en la fabricación de prótesis. La organización también prioriza la educación y formación. Enseñar a fabricar las propias prótesis no solo facilitaría su distribución y el mantenimiento de los dispositivos, sino que también crearía oportunidades económicas y fomentaría la autosuficiencia local.
El impacto de Ayúdame 3D ya está siendo reconocido globalmente. La organización ha recibido premios y reconocimientos de diversas instituciones, entre ellos el Premio Princesa de Girona 2020 en su categoría Social, resaltando su enfoque innovador y humanitario. Sin embargo, para Martínez y su equipo, el mayor reconocimiento proviene de las sonrisas e historias de éxito de las personas que han conseguido ayudar.
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