Un verano templado: destinos de jersey para huir del calor

Hay veranos que empiezan demasiado pronto. Sea impulsado por el cambio climático o por la azarosa complejidad de la meteorología, este de 2022 está siendo uno de ellos. Por eso, cada vez empezamos a ver con mejores ojos elegir destinos en los que los grados no se desbocan y que invitan a meter un jersey (o varios) en la maleta. Hacer turismo por el invierno austral es la solución geográfica más obvia. Pero también mirando al norte, en España y Europa, encontramos posibilidades frescas para huir de las altas temperaturas.

Fiordos noruegos

Viajar en un crucero en verano por los fiordos noruegos, con máximas estivales de 20º y mínimas de 8º, es un sueño templado para quienes huyen del calor. Los paisajes, también. Acantilados abruptos que en invierno se visten de blanco, ahora lucen con ese verdor húmedo de los paraísos norteños. Para ir sobre seguro, se puede navegar por el fiordo de Geiranger, uno de los más espectaculares de Noruega y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2005. Si se quiere compaginar la arquitectura natural con la urbana, la mejor opción es alojarse en la ciudad pesquera de Alesund, conocida por ser la capital del estilo Art Nouveau en Noruega.

Cada vez vemos con mejores ojos los destinos de verano donde los grados no se desbocan
 

Pirineos

Más asociado a los deportes de invierno que al hedonismo estival, los Pirineos (el catalán, el aragonés, el navarro o el francés) son una gran opción para quienes quieren disfrutar de las temperaturas suaves. El verano en los valles pirenaicos es corto, con máximas de unos 26-27º. Y a la riqueza natural se añade la belleza de sus pueblos, desde Etxalar o Torla-Ordesa, considerado uno de los más bonitos de España, hasta Artíes, Bielsa o Vielha, que cuentan además con sendos Paradores Nacionales, además de establecimientos hoteleros Rusticae, en los que alojarse con descuento por ser accionista de Repsol.

Normandía

Esta región litoral del noroeste de Francia ha quedado anclada en el imaginario colectivo por el famoso desembarco que marcó el discurrir de la Segunda Guerra Mundial a favor de los Aliados. Hoy, sus paisajes solo transmiten la paz y el sosiego de sus playas frías y los espectaculares acantilados como los de Étretat. Una buena opción es volar hasta el aeropuerto de Beauvais y alquilar allí un coche que nos conduzca a ciudades de rica historia como Caen, Giverny (donde vivió el pintor impresionista Claude Monet), la glamourosa Deauville o Rouen. Eso sí, la visita obligada (selfie incluido) es el Monte Saint-Michel, un pueblo construido sobre una pequeña isla rocosa que culmina con el pináculo de su fotogénica abadía.

Machu Picchu

Cambiar de continente y hasta de hemisferio puede parecer una decisión drástica para huir del calor ibérico. Pero es que visitar una de las siete maravillas del mundo y el resto de Perú lo merecen. Durante nuestro verano, el país sudamericano tiene el plus de no alcanzar nunca los 30 grados en el termómetro, ni en el altiplano (más fresco) ni en la costa. Puede que el clima dulcifique la visita de esta mítica ciudad inca construida a mediados del siglo XV en una “montaña vieja”, que es la traducción al castellano de su nombre. Una ubicación a 2.453 metros sobre el nivel del mar que garantiza una experiencia templada en la temperatura y apasionante por su belleza.

Navacerrada y otros pueblos templados

En ocasiones, basta desplazarse 60 kilómetros para bajar a la mitad las máximas de temperatura. Es el caso de la Comunidad de Madrid y el puerto de Navacerrada, en la sierra de Guadarrama, con una media en los meses de verano de 15.6ºC. Ezcaray, en La Rioja o Fuente Dé, en Cantabria, son otras localidades templadas en las que disfrutar de un entorno natural y una herencia cultural magníficos. Pero si se quiere apostar a lo seguro, el pueblo de Griegos, en Teruel, ubicado a 1.600 metros sobre el nivel del mar, está certificado como el más frío de España y hasta en la estación estival el termómetro puede llegar a bajar de los cero grados. Visita el área privada para accionistas de Repsol y consigue las mejores ventajas para alojarse en Paradores y Rusticae.