Repsol, un espacio de inclusión para las personas con síndrome de Down
“Para mí, trabajar significa mucha responsabilidad. Me levanto muy contento. La experiencia es muy bonita, me ha hecho ser más responsable, más maduro y más simpático con las personas. Al principio me costó un poco, pero voy cogiendo ritmo. Ahora estoy en la vida real”. Quien así habla es Jesús Casas (24 años), uno de los participantes en el programa de empleo con apoyo para personas con síndrome de Down y/o discapacidad intelectual que Repsol ha desarrollado en sus estaciones de servicio en colaboración con DOWN ESPAÑA.
Para la compañía multienergética, este acuerdo supone “una oportunidad de mostrar una vez más nuestro compromiso por la empleabilidad de colectivos más vulnerables, ya que es mediante el empleo como más se puede contribuir a la realización personal y a la normalización de la integración en la sociedad”, explica Pilar Rojas, gerente de Cultura, Diversidad e Inclusión de Repsol. “Queremos ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas, facilitando la inclusión social de los grupos más desfavorecidos o en riesgo de exclusión”.
Para fomentar la integración de este colectivo, la compañía firmó un acuerdo con DOWN ESPAÑA, Federación Española de Síndrome de Down, formada por 88 asociaciones que trabajan en todo el territorio nacional con el objetivo de lograr una verdadera autonomía para estas personas. En total, diez personas con discapacidad intelectual fueron contratadas el verano pasado en estaciones de servicio de Murcia, Cádiz, Málaga, A Coruña y País Vasco.
Su inserción laboral se realiza siguiendo un protocolo de empleo con apoyo, es decir, de acompañamiento a tiempo completo de las personas con discapacidad durante sus primeros días, semanas o meses. “El tiempo que sea necesario para garantizar que los nuevos empleados entienden sus tareas, las completan sin problemas y mantienen relaciones satisfactorias con todo su entorno”, explica Pilar Rojas.
"Es mediante el empleo como más se puede contribuir a la realización personal y a la integración en la sociedad”
Con Jesús, esa labor la ha realizado Carolina Rodríguez, técnica de Empleo con Apoyo de la asociación Down Cádiz. “Este tipo de proyectos les ayuda a sentirse útiles, válidos y valorados", defiende, “a sentirse incluidos tanto socialmente como laboralmente y a sentirse felices porque al fin y al cabo lo que les aporta es bienestar personal y social que es fundamental para el desarrollo de una persona".
Lo confirma en primera persona Mari Carmen Muñoz, madre de Jesús: "Desde que está trabajando tiene la autoestima más alta, está más contento, es algo que no creía que nunca le fuera a pasar, que trabajara, porque es muy difícil que a las personas con discapacidad las contraten”.
La satisfactoria experiencia de Jesús Casas es solo una muestra de las iniciativas en materia de inclusión de personas con discapacidad de Repsol. “En los últimos años, el foco ha pasado de la integración de personas con capacidades diferentes al afianzamiento en la gestión del talento diverso, a través de una verdadera inclusión en un entorno normalizado. De esta manera, la inclusión de personas con discapacidad se ha incorporado en la estrategia de negocio de la compañía”, destaca Rojas.
Estos programas de integración son también una oportunidad para los propios empleados de Repsol, como destaca Jesús Carmona, encargado de la estación de servicio Puntales y Puerta de Tierra en Cádiz: “Han dado incluso más humanidad a la plantilla… Poco a poco se han ganado a todos los trabajadores y estamos deseando verle al día siguiente”.
"La inclusión de personas con discapacidad se ha incorporado en la estrategia de negocio de la compañía”
El camino por recorrer sigue siendo largo. Según la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia publicada este año por el INE, la tasa de empleo de personas con discapacidad es dos tercios menor que el de la población general. DOWN ESPAÑA estima que existen alrededor de 35.000 personas con síndrome de Down (23.000 de ellas en edad laboral), pero solo el 7% de ellas están ocupadas.
Según datos de esta ONG, la evolución de la inserción laboral de las personas con síndrome de Down o discapacidad intelectual estaba siendo muy positiva durante la recuperación económica de 2021 tras la pandemia. Pero con la nueva crisis derivada de la guerra en Ucrania la buena tendencia se puede volver a dar la vuelta. “Me gustaría que todas las empresas fueran capaces de apoyar a estos chicos más, de darles la oportunidad, porque ellos son más capaces de lo que parece”, subraya la madre de Jesús.