Sembrando un futuro más sostenible
A través de Motor Verde, Fundación Repsol, junto con su participada Sylvestris, aspira a reforestar –a partir del otoño de 2021– hasta 70.000 hectáreas de terrenos baldíos o afectados por incendios en distintas regiones españolas, absorbiendo de la atmosfera 16 millones de toneladas de CO2. Y es que las reforestaciones representan una solución climática natural que ofrece opciones técnicamente contrastadas, atractivas y rentables para la captura de CO2 de la atmósfera, con el objetivo de apoyar la descarbonización de la sociedad.
Este proyecto tiene un triple impacto, sobre el medioambiente, la economía y, sobre todo, sobre la sociedad.
Con Motor Verde se crearán nuevos bosques como sumideros de carbono, plantando especies autóctonas para proteger la biodiversidad.
Para los trabajos de reforestación, liderados por Sylvestris -empresa participada por Fundación Repsol con más de 30 años en el sector forestal- se prevé contratar a cerca de 15.000 personas. De ellas, un 70% pertenecientes a colectivos vulnerables, para promover el empleo de calidad e inclusivo en el ámbito rural.
Asimismo, se trabajará con empresas de las áreas rurales donde se lleven a cabo las plantaciones, apoyando al tejido empresarial local. De este modo, la iniciativa contribuye a actuar contra la despoblación, favoreciendo la sostenibilidad de negocios y servicios y dinamizando la economía de las diferentes regiones en las que se desarrollará el proyecto.
Se trata de un proyecto de colaboración público-privada, alineado con las estrategias locales de impulso social, ambiental y económico de las Comunidades Autónomas, y maximizando también los beneficios sociales y económicos del proyecto.
“Motor Verde ofrece una oportunidad única para impulsar un ambicioso proyecto de reforestación en España, basado en la colaboración público-privada”, afirma desde Fundación Repsol Luis Casado, director de Repsol Impacto Social, quien destaca que “las organizaciones que lo apoyan contribuyen a la mitigación del cambio climático, a la recuperación de la biodiversidad y de ecosistemas degradados, y todo ello, generando empleo en nuestros entornos rurales. Como contrapartida, obtienen créditos de carbono de alta calidad para la compensación de su huella de carbono, bajo los estándares de la Oficina Española de Cambio Climático (el organismo oficial de certificación para proyectos de compensación en España, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico)”.
Tecnología e innovación para hacer crecer al sector forestal
Adicionalmente, Fundación Repsol promoverá programas de formación e investigación para el desarrollo de un sector forestal español puntero en toda Europa. De este modo, permitirá alcanzar precios muy atractivos en el mercado voluntario de compensación de emisiones de carbono, gracias a la aplicación de la tecnología y la innovación, lo que garantiza la escalabilidad y sostenibilidad del proyecto a largo plazo.
El reto, como explica Luis Casado, consiste en “poder llevar a cabo actuaciones forestales de manera recurrente, generando una nueva actividad económica sostenible en el tiempo. Para hacerla más competitiva, será fundamental la aplicación de la tecnología en todo el proceso, desde la evaluación de las tierras, al diseño y seguimiento de la plantación, o a la ejecución de la obra”. Para lograrlo, según el director de Repsol Impacto Social, hay que “trabajar de la mano de las Administraciones y Centros de Tecnología en el diseño de proyectos que facilitan la aplicación de tecnologías como la inteligencia artificial, big data, robótica, ingeniería genética… al sector forestal español”.
De hecho, España cuenta con los recursos naturales necesarios, así como con los instrumentos de certificación y los profesionales para asegurar la calidad de los proyectos de absorción de CO2, pudiendo llegar a convertirse, con los apoyos necesarios, en un sumidero de carbono referente en Europa.
En línea con los planes de recuperación económica post-covid
Motor Verde responde a políticas internacionales, como los fondos europeos Next Generation EU, la Agenda 2030 o el Pacto Verde Europeo, promoviendo la economía verde y el crecimiento sostenible en el marco de la transición energética, especialmente tras el impacto de la COVID-19.
A nivel nacional, la iniciativa de reforestación de Fundación Repsol se encuentra alineada con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (España Puede), encajando con el desarrollo de infraestructuras y ecosistemas resilientes. En este sentido, como subraya Luis Casado, “Motor Verde pretende mejorar, incrementar y asegurar la provisión de los servicios ecosistémicos de los bosques y otras formaciones forestales. Para ello, plantea un conjunto integral de acciones de planificación, naturalización y gestión adaptativa al cambio global de las masas forestales, en complementariedad con la Estrategia Nacional de Reto Demográfico y con la Estrategia de Transición Justa, las cuales inciden en el patrimonio natural y la biodiversidad”.
Una solución contra los incendios
En general, Motor Verde actúa sobre terrenos forestales que han sufrido incendios, paliando en la medida de lo posible la pérdida de bosques, y a la vez poniendo medios para que no se repita.
Así, este proyecto “intenta reconstruir el bosque, evitando la pérdida de suelo y generando biodiversidad. Desde la planificación con densidades medias para no generar un exceso de masa forestal, hasta las especies seleccionadas, su distribución y su representatividad, están enfocadas a crear bosques con menor riesgo de incendio”, destaca Enrique Enciso, co-fundador de Grupo Sylvestris.