Más que palabras

Una leyenda con los pies en la Tierra

Toni Bou, Piloto de trial, 16 títulos mundiales

accionistas Moto
ILUSTRACIONES: RICARDO POLO

 

¿Cómo te imaginas a un piloto que ha superado a sus ídolos, el español Jordi Tarrés y el británico Dougie Lampkin, y se ha convertido en leyenda? ¿Alguien que es indiscutiblemente el mejor en lo que hace? ¿Que ha logrado consecutivamente ocho títulos mundiales al aire libre y otros ocho en pista cubierta desde 2007?

Su físico es extraordinario, una máquina perfecta cincelada a base de esfuerzo diario. Pero, con todo, lo que de verdad sorprende en Toni Bou es su carácter sereno, un tanto tímido, pero abierto y de sonrisa amable. Solo se apasiona cuando hablamos de trial y, cuanto menos, resulta curioso que alguien que se dedica a superar obstáculos imposibles sin bajarse de la moto, ni apoyarse para mantener el equilibrio, sea un chico con los pies tan sobre la tierra, como si no supiera que se ha convertido en una leyenda.

¿Perder? Ni a la PSP…

Es muy fácil hablar con Toni. Su historia empieza el 17 de octubre de 1986, con su nacimiento en el pueblo catalán de Piera. Con cuatro años ya disfrutaba de una moto eléctrica de trial, pero hasta los doce años, “cuando tenía ya más cuerpo”, se dedica a la bicicleta de trial, con la que gana su primer campeonato del mundo en la categoría mínima. “La bici me dio la técnica y la base para llevar la moto con el cuerpo, tener ese estilo de conducción con muy poco gas”, explica.

Para cualquier piloto llevar los colores de Repsol es un orgullo

Sin duda, su potencia física le distingue, pero su técnica es impecable y su motivación fundamental… Toni es un campeón completo. La pregunta es inevitable: “¿Qué te hace seguir adelante cuando parece que lo has ganado todo?”. Y su respuesta también lo aclara todo: “Siempre se puede mejorar, ser mejor piloto”. Toni es un competidor nato; compite consigo mismo por superarse. “No me gusta perder ni a la PSP”, admite riendo.

Nuestra charla se convierte en un ping-pong. ¿Lo peor? “Las lesiones, aún recuerdo el accidente que tuve el día que cumplía 18 años; por suerte, me pude recuperar muy bien y no tengo secuelas”. ¿Lo mejor? “El primer título mundial, fue el mejor día de mi carrera”.  
¿Una manía? Toni es muy meticuloso con los guantes de competición. Le gusta revisarlos y probarlos detenidamente antes de cada prueba ya que, como suele decir: “Son como mi segunda piel”.

¿Un deportista? “Marc (Márquez). Por todo lo que ha conseguido y conseguirá, lo que nadie ha logrado, por su carácter, su manera de pensar, lo competitivo que es… Es un ídolo para mí”, cuenta.

accionistas Toni bou 2Y la comparación es inevitable: Toni y Marc se parecen mucho. Quizás por ello se han convertido en amigos. Cuando pueden, comparten entrenamiento en motocross y en el gimnasio. “Y nos picamos con algún videojuego”, añade Toni, y uno se imagina, conociendo a ambos, que esos duelos deben de ser olímpicos.

La familia Repsol

Hay deportes, como el trial, muy exigentes y competitivos, pero con poca proyección mediática. Toni puede caminar tranquilo por la calle. “Ganar tantos años consecutivos hace que la gente te conozca un poco más, pero se sale poco”, admite. Para él ,contar con Repsol como patrocinador es muy importante: “Nos ayuda muchísimo, y para cualquier piloto llevar los colores de Repsol es un orgullo. Desde que entré en esta familia he conseguido 16 títulos en ocho años, todo lo que nunca pude imaginar. Solo tengo palabras de agradecimiento”.
¿Algún sueño que te quede sin cumplir? “Seguir disfrutando día a día de hacer  lo que más me gusta, mejorar y seguir creciendo”.
Lo dicho: Toni es un campeón de los pies a la cabeza, una leyenda que sabe bien por dónde pisa.