EL MEJOR PUEBLO

Pueblo solo hay uno, pero cada uno tiene el suyo. Estos son los tres ganadores del concurso “Mi pueblo favorito”, que disfrutarán de una estancia de dos noches en Paradores de distintas ciudades españolas. ¡Gracias por participar!

Calatañazor (Soria)

MIGUEL ÁNGEL MUÑECAS VIDAL

Mi nombre es Calatañazor y estoy a 32 km de Soria. Soy pequeño, ahora apenas si llego a 70 habitantes; aunque llegué a tener unos 400 a mediados de siglo XX, pero ya se sabe, la emigración a la gran urbe me despobló y casi arruinó.

El tiempo aquí avanza despacio. Mi trazado urbano conserva ese sabor medieval, de callejas estrechas y viviendas en adobe y piedra, sostenidas por vigas hechas en la dura y nudosa madera de la sabina. La mayoría son del siglo XVII y algunas todavía conservan intacta su chimenea cónica, tan característica y tan de influencia celta. Si, viajero, algún día tienes a bien visitarme, pregunta a los antiguos para que te enseñen el interior de una de mis casas. Y, si vas de compras, recuerda que soy tierra de quesos, miel, setas y artesanía, especialmente los trabajos en madera de sabina.

Tan típico soy como pueblo que fui elegido por “San Orson Welles” en 1965 (como indica una placa en una de mis casas) como escenario para la película Campanadas a medianoche y, no solo eso, en 1962 fui Declarado “Conjunto Histórico Artístico”.

Fuentes de la Alcarria (Guadalajara)

PAULINO DE LUCAS CORRAL 

Es un bello lugar muy desconocido, a tan solo 80 km de Madrid, donde se respira un aire limpio y puro. Es el pueblo de mis padres y, como su propio nombre indica, numerosas fuentes nacen en sus alrededores y van a desembocar en el río Ungría. En otoño es una delicia pasear por sus caminos y quedarse maravillado por la variedad cromática que desprende la numerosa arboleda que puebla sus laderas. Os invito a descubrir este pueblo lleno de encanto y tranquilidad que estoy seguro os maravillará.

Fuentetoba (Soria)

VÍCTOR ROMERA

A escasos kilómetros de la ciudad de Soria y al contrario que la mayoría de pueblos de este país, este ha ido a más y se ha convertido en una especie de pueblo dormitorio. Os estaréis preguntando a qué se debe mi elección. Tampoco os lo sé explicar. Mi pasión por él me ha provocado incluso alguna pequeña discusión con mi novia, a la que quiero llevar una y otra vez a su cascada (muy bonita, La Toba). Es un sentimiento: cuando voy allí me olvido de todos mis problemas y solo respiro. Es y será mi refugio, el lugar en el que siempre me sentiré seguro.