Capital verde europea: cuando la sostenibilidad es un atractivo turístico

Cadiz
Paseos en bicicleta por la ciudad de Tallín (Estonia), Capital Verde Europea 2023. Arriba, La puerta Viru, que consta de dos torres y es la entrada más reconocible a su casco antiguo.

Ser Capital Verde Europea es destacar por el compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad. La distinción, otorgada por la Comisión Europea desde 2010, reconoce a aquellas urbes de más de 100.000 habitantes que demuestran un sólido compromiso con la protección del medio ambiente, el fomento de la biodiversidad y la implementación de políticas y prácticas sostenibles en su desarrollo urbano. 

La iniciativa surgió con el objetivo de fomentar la mejora ambiental en las ciudades europeas y premiar a las que lideran el camino en términos de sostenibilidad urbana. Para ser considerada como Capital Verde Europea, hay que cumplir una serie de parámetros y valores, tales como la calidad del aire y del agua, la gestión de residuos, la movilidad sostenible, el uso de energías renovables, la biodiversidad, la gestión del ruido y la lucha contra el cambio climático. 

Elegir una Capital Verde Europea como destino turístico no solo nos brinda la oportunidad de disfrutar de hermosos espacios verdes, sino también de aprender sobre sostenibilidad y ecología. Como dijo una vez el famoso escritor francés Albert Camus, "el hombre sin la naturaleza es solo la mitad de sí mismo". La relación del ser humano con el medio ambiente es esencial para su bienestar y su existencia, y visitar una ciudad que entiende y valora esta relación puede ser una experiencia enriquecedora para cualquier turista.

Cadiz
Paseos en bicicleta por la ciudad de Tallín (Estonia), Capital Verde Europea 2023. Arriba, La puerta Viru, que consta de dos torres y es la entrada más reconocible a su casco antiguo.

Tallín

La capital de Estonia ha sido nombrada Capital Verde Europea de 2023 por su compromiso con la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente. La ciudad ha evolucionado significativamente en este aspecto en los últimos años, con iniciativas que incluyen la promoción de la movilidad sostenible, la gestión de residuos y la eficiencia energética. Por ejemplo, fue la primera capital del continente en ofrecer transporte público gratuito a sus ciudadanos.

Además, Tallin ofrece a sus visitantes una amplia gama de atracciones turísticas, desde su casco histórico medieval, Patrimonio Mundial por la UNESCO y excelentemente conservado, hasta los museos y una red de áreas verdes, parques y jardines públicos que ocupan casi un 30 % de la ciudad. En resumen, Tallin es una ciudad que combina la rica historia y cultura con un fuerte compromiso con la sostenibilidad, lo que la convierte en un destino atractivo para aquellos que valoran la conservación del medio ambiente.

Valencia

La capital del Turia ha sido elegida Capital Verde Europea de 2024 por su compromiso con la movilidad sostenible, la gestión de residuos y la eficiencia energética. Además de su rica historia y cultura, Valencia ofrece una amplia gama de atracciones turísticas, desde sus playas hasta el casco histórico y la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Para los turistas con conciencia ecológica, la ciudad tiene mucho que ofrecer.

El Jardín del Turia, por ejemplo, es el parque urbano más largo de Europa con sus más de 120 hectáreas y 12 kilómetros de longitud. Gracias a esta y otras actuaciones, como la huerta, el Jardín del Turia o el Parque Natural de L’Albufera, el 90% de los habitantes de la ciudad (y de los turistas que la visitan) viven a menos de 300 metros de zonas urbanas verdes, que ayudan a absorber emisiones de CO2.

Las calles de Valencia cuentan con una red de más de 160 kilómetros de carril bici, cuyo uso evita igualmente emisiones de este gas. Además, es la primera ciudad del mundo que audita, verifica y certifica la huella de carbono de su actividad turística, lo que le permite crear políticas medioambientales para descarbonizar el sector, con el objetivo de alcanzar la neutralidad en emisiones en 2025. 

Tenerife
L'umbracle, el paseo ajardinado y zona expositiva con vistas a la Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia.


Grenoble

La ciudad francesa fue nombrada Capital Verde Europea de 2022 gracias a sus medidas de promoción del transporte público, la creación de espacios verdes y la implementación de políticas de eficiencia energética. Grenoble cuenta desde 2005 con un plan climático local, el primero de Francia, que le ha permitido reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 30%.

Parte de este logro tiene que ver con su red de 475 kilómetros de carril bici, que hace que sea una ciudad fácil de explorar sin necesidad de generar emisiones de CO2. Y es que la movilidad sostenible está en el centro de su propuesta urbana, en la que se combinan la bicicleta con los vehículos eléctricos y los autobuses a biogás (producido por su planta depuradora), las amplias zonas peatonales y las zonas de bajas emisiones (la mayor del país).

Grenoble es, pues, una ciudad con una fuerte conciencia ecológica y una gran cantidad de iniciativas sostenibles, lo que la hace una opción atractiva para los turistas que valoran la conservación del medio ambiente.

Vídeo de Grenoble y su apuesta por la movilidad sostenible:
 


Vitoria

La capital del País Vasco fue elegida Capital Verde Europea en 2012 gracias al desarrollo de políticas y proyectos enfocados en la reducción de emisiones de CO2, la promoción de energías renovables, el fomento de la movilidad sostenible y la preservación de la biodiversidad.

Uno de los ejemplos más destacados de las actuaciones realizadas fue el Anillo Verde, conjunto de espacios verdes y forestales que rodea la ciudad y que se ha convertido en un lugar popular para practicar senderismo y ciclismo. Además, la ciudad apostó por un sistema de transporte público eficiente y ecológico, con la introducción del tranvía y con su flota de autobuses híbridos y eléctricos; también llevó a cabo proyectos para mejorar la calidad del aire y reducir el ruido en zonas urbanas, que se han mantenido hasta la actualidad.

Una década después, Vitoria sigue afrontando el reto de la sostenibilidad para mejorar de la calidad de vida de sus habitantes y de sus visitantes, por ejemplo, plantando más de 260.000 árboles, con el objetivo de convertirse en una ciudad neutra en carbono en 2030. 

Ourense
Vista del parque de La Florida, con unas 3,2 hectáreas de superficie, y la catedral de María Inmaculada, en Vitoria.


Lisboa

Además de su innegable atractivo turístico, Lisboa es ideal para los viajeros con conciencia ecológica que buscan un destino comprometido con la sostenibilidad. La capital de Portugal fue elegida como Capital Verde Europea en 2020 gracias a su apuesta por la descarbonización, la creación de nuevos espacios verdes y la movilidad sostenible.

Y es que la ciudad se propuso disminuir hasta en un 60% las emisiones de CO2 para 2030 (y conseguir la neutralidad para 2050); también, alcanzar un 25% urbano de espacios verdes. Además, la ciudad ha apostado por medidas como la ampliación de los más de 200 km de carril bici, la unificación de las tarifas de transporte público y la modernización de la gestión del agua.

En general, Lisboa ofrece una experiencia turística sostenible y comprometida con el medio ambiente, lo que la convierte en una visita obligada para aquellos que valoran la sostenibilidad ambiental.

Sitges
El pintoresco tranvía lisboeta, ahora también forma parte de la movilidad sostenible.